Los acusados de asesinar al periodista británico Dom Phillips y al activista brasileño Bruno Pereira, defensor de los pueblos indígenas, han dado marcha atrás en la confesión que habían hecho a la policía y alegan ahora legítima defensa. Comparecieron el lunes (8) ante la Justicia Federal y afirmaron que Bruno disparó primero.
En una entrevista con Agência Brasil, Rafael Fagundes, abogado de la familia de Dom, dijo que los acusados ya habían confesado el disparo inicial en la declaración que prestaron a la policía.
“Ese movimiento es natural. Es su derecho a defenderse, aunque la versión que han presentado no se sostenga, ni desde el punto de vista lógico ni desde el punto de vista de las pruebas que constan en el expediente”, dijo el abogado.
La audiencia en la Justicia Federal tuvo lugar en Tabatinga (Amazonas), por videoconferencia, ya que Amarildo da Costa Oliveira, Oseney Costa de Oliveira y Jeferson da Silva Lima están detenidos en otros estados brasileños. Ellos fueron los últimos en ser oídos en el proceso, después de los testigos. Según el abogado, “la única versión discordante de que son culpables es la dada por los familiares de los acusados, que ni siquiera se comprometieron a decir la verdad”.
Fagundes dijo que ahora las partes implicadas en el caso solicitarán sus últimas pruebas y podrán pedir, por ejemplo, la inclusión de documentos y otras informaciones. Después, el juez decidirá si los acusados irán a juicio popular, pero no hay plazo para esta decisión.
El caso
El periodista Dom Phillips, corresponsal de The Guardian, y el indigenista Bruno Pereira fueron ejecutados en junio de 2022. Trabajaban juntos para denunciar crímenes socioambientales en la región de Vale do Javari, que cuenta con la mayor concentración de pueblos aislados y recién contactados del mundo. Dom Phillips tenía incluso la intención de publicar un libro sobre los problemas que afectan al territorio y hacía investigaciones en aquel momento. En la Tierra Indígena de Vale do Javari hay 64 aldeas de 26 pueblos y cerca de 6,3 mil personas.
Ocho personas son sospechosas de participar en los homicidios y en la ocultación de los cadáveres. A finales de octubre de 2022, el presunto autor intelectual de los asesinatos, Rubens Villar Pereira, fue puesto en libertad tras pagar una fianza de R$ 15 mil.
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