En Bélgica ya se está trabajando en un proyecto de reforma laboral para cambiar el sistema de horarios y jornadas de ley. Ya se probó exitosamente en Islandia y se discute actualmente en España.
Se anunció el Bélgica la entrada en discusión de una reforma laboral que incluye la posibilidad de que la legislación de jornadas laborales, que actualmente contempla trabajar cinco jornadas de ocho horas y descansar dos días, se modifique para trabajar cuatro jornadas de 10 horas para descansar tres.
La propuesta indica que los trabajadores deberán laborar la misma cantidad de horas por semana, 40 en total, pero en cuatro jornadas de 10 horas y así tener un fin de semana de tres días, o bien que cada empresa decida a criterio cómo repartir los días libres entre sus empleados a lo largo de la semana.
Entre 2015 y 2019 se había probado en Islandia, un país socioliberalista por excelencia. Se realizó la prueba con empleados gubernamentales en la capital Reikiavik y los análisis posteriores concluyeron que los trabajadores mostraban menos cansancio y hastío por sus labores y estaban menos agotados al final de la semana, al tiempo que mejoraron sus indicadores de salud y su equilibrio de vida familiar y laboral. Todo esto impactó de forma positiva en la productividad individual, porque cada uno rendía más en su puesto, y a nivel estatal, porque aumentó la recaudación.
En España también se debate sobre la necesidad de migrar hacia un modelo más actualizado, pero se ha planteado de una forma distinta: un borrador de proyecto de ley que discuten legisladores españoles propone reducir la cantidad de horas. “Trabajar 10 horas diarias para librar un día es un atentado a la conciliación y a la calidad de vida. Han ido por el camino contrario”, explicó el diputado del partido Más País Ínigo Errejón, impulsor del proyecto, quien celebra que se esté hablando de esto y que otros países y empresas transnacionales ya estén probando.
El gobierno español dispuso de una partida de 10 millones de euros para apoyar a empresas que realicen el experimento de la jornada laboral de cuatro días de 32 horas semanales, que podría alcanzar a entre 3.000 y 6.000 empleados y empleadas en todo el país.
Errejón cuenta con el apoyo de los movimientos sindicales que consideran que una jornada de cuatro días es una “reivindicación” del esfuerzo de la clase trabajadora. Por su parte, los sectores patronales y empresariales se niegan a que sus empleados trabajen menos por el mismo salario, y apuntan a que si se reduce la carga horaria, se reduzca también el pago.
Según la organización internacional 4 Day Week Global (4DWG, Semana de cuatro días mundial), las empresas en las cuales se ha implementado el sistema de los cuatro días vieron cómo sus empleados mejoraron sustancialmente su productividad y se mostraron más saludables y más plenos en su vida familiar y privada.
Adicionalmente, experimentos ya hechos encontraron que se da un reparto más equitativo de tareas entre géneros ya que los padres y madres por igual se pueden organizar para cuidar a sus hijos, quitando esa carga que históricamente han llevado solo las mujeres.
LA RED 21
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