El pasado jueves 24 de agosto en los salones del Teatro Centro Cívico, en la ciudad de Guayaquil, Ecuador, se realizó un evento de sangre, de raíces, de identidades, un evento que nos hizo erizar la piel, el responsable Schuberth Ganchozo Galarza, músico compositor, investigador, digno representante de nuestro folclore montubio, entrenó “Intimo Amorfino Sinfónico”
Una obra musical que debe ser destacada, glorificada y reproducida en todos los rincones de nuestra patria, porque es sinónimo, de amar lo nuestro.
Pero hay más protagonistas y son los instrumentos, creados, con el barro, la caña guadúa y el mate, una herencia de su abuelo Sabulón Ganchozo que construía tiples bandurrias, bandolas y bandolín montubios
Poder unificar el sonido de los instrumentos de caña guadua, con acordeones, flautas de la majestuosa Orquesta Sinfónica de Guayaquil, , no solo fue una hazaña, de acoples de sonidos y notas que llevaron al deleite del público, sino un reconocimiento de amar lo que se hace, porque esa fusión fue espléndida, y poder experimentar esas letras que identifica un pueblo, su gastronomía , su forma de hablar, su idiosincrasia, es elemental y vital para este mundo que necesita de arte, de cultura de conocimientos de su historia, de amar y conocer de dónde venimos.
Tener el placer de admirar escuchar y sentir ese amor con que tocan sus instrumentos la agrupación Bambú Ensamble, fue gratificante y a su vez poético; por la riqueza cultural de las letras de sus canciones; único; por la fusión de ritmos sonidos; genial, por el despliegue de talento, escenografía, producción. En una gala donde se estrenaron 12 canciones, en armonía con imágenes proyectadas en una pantalla gigante mostrando sus riquezas y costumbres, fue un deleite que fue aplaudido y ovacionado por todos.