La capital del estado de Piauí, Teresina, fue elegida para el lanzamiento oficial del Plan Brasil Sin Hambre, en un acto que contó con la presencia del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, firmante del decreto. Entre las novedades está la propuesta de integrar los sistemas de seguridad alimentaria, asistencia social y salud para alcanzar el objetivo de sacar al país del Mapa del Hambre, reduciendo los índices de pobreza e inseguridad alimentaria y nutricional.
El presidente ha reafirmado este jueves (31), en la red social X, que la lucha contra el hambre es su mayor objetivo en la vida. “Que los trabajadores puedan volver a hacer sus tres comidas de forma digna y puedan dar alimentos de calidad a sus hijos. El trabajo continúa”, dijo Lula.
La nueva política fue aprobada por la Cámara Interministerial de Seguridad Alimentaria y Nutricional, que reúne a 24 ministerios. En total, el plan incluye un conjunto de 80 acciones y políticas públicas para alcanzar un centenar de objetivos. Hay tres ejes centrales, según Valéria Burity, secretaria extraordinaria del Ministerio de Desarrollo y Asistencia Social, Familia y Lucha contra el Hambre.
“El primer eje reúne acciones para garantizar el acceso a la renta, y también para promover la ciudadanía y el acceso a las políticas públicas de protección social. El segundo eje reúne acciones que van desde la producción hasta el consumo de alimentos adecuados y saludables. Y el tercer eje es movilizar a los demás poderes del Estado, a los demás entes federales y a la sociedad civil, para que podamos unir fuerzas para combatir realmente el hambre en el país”, dijo Valéria, el miércoles (30), durante una entrevista en Teresina.
Situación grave
Brasil había salido del Mapa del Hambre de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2014, por las estrategias de seguridad alimentaria y nutricional implementadas en la década anterior, pero volvió a la escena en los años siguientes, especialmente durante la pandemia de covid-19.
Datos del informe global sobre el Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo, divulgado por cinco agencias especializadas de la ONU, muestran que uno de cada diez brasileños (9,9%) sufría inseguridad alimentaria severa entre 2020 y 2022. Además, según el mismo estudio, casi un tercio (32,8%) de la población del país está incluida en las categorías de inseguridad alimentaria severa o moderada, lo que equivale a 70,3 millones de brasileños. La situación muestra un empeoramiento de la situación, ya que los datos de 2014 a 2016 indicaban un porcentaje del 18,3%.
Fuente de esta noticia: https://agenciabrasil.ebc.com.br/es/politica/noticia/2023-08/lula-lanza-el-programa-brasil-sin-hambre
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