Fortalecimiento de lazos entre Irán y Bolivia, un riesgo para Latinoamérica

El presidente boliviano, Luis Arce, y el presidente iraní, Ebrahim Raisi, se han comprometido a fortalecer las relaciones bilaterales, así como la cooperación estratégica en salud, educación, agricultura y telecomunicaciones, entre otros sectores, aumentando la presencia de la República Islámica en Latinoamérica, y encendiendo las alarmas en el hemisferio sobre las diversas amenazas a la seguridad, incluyendo ataques terroristas, según expertos internacionales.

El presidente boliviano y su homólogo iraní se reunieron a principios de marzo durante la VII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del Foro de Países Exportadores de Gas, celebrada en Argelia.

“El activismo y la desafiante postura del régimen iraní amenazan el equilibrio de poder internacional”, dijo el 8 de marzo a Diálogo Fabián Calle, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Austral, de Argentina. “Sin el peso de otras áreas claves del planeta, Latinoamérica cobra cada vez mayor importancia en la política exterior de Teherán”.

Riesgo continental

El ministro boliviano de Hidrocarburos y Energías Franklin Molina informó que durante la Cumbre, Arce abrió la posibilidad de sostener acuerdos con la estatal Compañía Nacional de Petróleo Iraní. Las autoridades de ambos países conversaron para gestionar la importación de combustibles, publicó el diario boliviano La Razón.

“La expansión de Irán en la región es un tema de enorme gravitación. Hay una acción coordinada de décadas, que tiene diferentes manifestaciones en la práctica y ya tiene alcance regional”, expresó el analista político e historiador argentino Sergio Berensztein a la radio Cadena 3.

En julio de 2023, Irán y Bolivia firmaron un memorando de entendimiento para “ampliar la cooperación bilateral en el campo de la seguridad y la defensa”, informó la BBC. El memorando implica asistencia en el control de fronteras y migración, que, según Infobae, amenaza la paz y la estabilidad en el continente, ya que Irán y sus apoderados forjan alianzas más profundas con autócratas, apoyan redes criminales y realizan actividades ilícitas.

El acuerdo, incluyó además el traslado a territorio boliviano de aviones no tripulados para vigilancia fronteriza. Venezuela, principal socio de Irán en Sudamérica, ya utiliza drones de fabricación iraní para vigilar sus fronteras, que los expertos han advertido que podría ser utilizado por Irán para sus propios fines.

Según el diario argentino La Nación, el acuerdo de defensa entre Irán y Bolivia ha sido motivo de preocupación para el gobierno argentino, que está analizando más de cerca el papel del régimen de Teherán en América Latina y reforzando la seguridad en su frontera con Bolivia.

Además, la inteligencia argentina y el Departamento de Defensa analizan cómo evoluciona la relación entre Bolivia e Irán. Uno de los acontecimientos que estudian con atención es la ruptura de las relaciones diplomáticas de Bolivia con Israel, el 31 de octubre de 2023, agregó La Nación.

“El hecho de que Irán haya realizado un acuerdo militar con Bolivia para transferirle tecnología de punta, rompe un equilibro regional en términos de defensa”, dijo el exsecretario de Inteligencia de Argentina Miguel Ángel Toma, a la cadena de televisión DNews, desde Buenos Aires.

Pactos en lo oscuro

Los alcances y detalles del pacto firmado entre Irán y Bolivia no son públicos, pero sí se conoció que Teherán vendió al Estado boliviano una cantidad de drones y lanchas, entre otros elementos de equipamiento militar, informó La Nación.

“Irán tiene tres veces más funcionarios en su Embajada de La Paz que los que tiene en Madrid, España”, advirtió Toma. “Es un dato clave que Bolivia se ha constituido en una base de operaciones por parte de Irán, en su proyecto de penetración en Latinoamérica”.

Irán está utilizando a Bolivia como base para el desarrollo de distintas actividades de inteligencia, vinculadas con el terrorismo y con el narcotráfico, aseguró Toma. “Hay datos concretos de que Bolivia le está entregando a iraníes pasaportes bolivianos con identidad falsa. Esto les permite operar en Latinoamérica y en el resto del mundo, pero fundamentalmente en Latinoamérica, vinculados a la Fuerza Quds y al Ministerio de Inteligencia y Seguridad Nacional (VEVAK), que son las estructuras de inteligencia de Irán”.

Las relaciones del régimen iraní con el partido político de Bolivia Movimiento al Socialismo (MAS), son muy estrechas desde el primer mandato de Evo Morales en 2006, que incluyó una visita del entonces presidente Mahmud Ahmadinejad en 2009 a territorio boliviano, y la apertura de un canal de televisión iraní.

“Desde que asumió el Gobierno de Morales y en la actualidad con la gestión de Arce, los vínculos y acuerdos con Irán se han profundizado en diversas áreas, lo que debe alertar a los gobiernos democráticas de la región a estar atentos ante la injerencia iraní”, indicó Calle.

Para Berensztein, otra problemática es que hay grupos respaldados por Irán como Hezbolá en Latinoamérica que están involucrados en narcotráfico, lavado de dinero y con redes del crimen organizado, que buscan erosionar el Estado de derecho. Al ser Bolivia un productor de cocaína, el tráfico de drogas es un factor crucial para el financiamiento del terrorismo.

“En los últimos años Irán comenzó a reforzar su actividad diplomática, económica y al parecer de seguridad en Latinoamérica; en especial con regímenes contestatarios a los EE. UU., tales como Venezuela, Bolivia y Nicaragua. También hay vínculos con actores no estatales como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y grupos ligados al narcotráfico y el contrabando”, completó Calle.