Colombia | Amado de Jesús: Un Legado de Amor y Esperanza para su Familia - Prensa Mercosur El diario online del MERCOSUR

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Imagen @UBPDcolombia

Amado de Jesús Garcés Hidalgo fue desaparecido en 2001 y sepultado como cuerpo identificado no reclamado en el cementerio de Granada, Antioquia. La Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), en una intervención al cementerio de Granada, recuperó tres cuerpos, entre ellos el de Amado de Jesús, como parte del Plan Regional de Búsqueda del Oriente Antioqueño, que abarca un universo de cerca de tres mil personas desaparecidas debido al conflicto armado en 23 municipios.

23 años después, en el municipio de Carepa, la Unidad de Búsqueda, con el apoyo de la Corporación Reiniciar, entregó dignamente los restos de Amado de Jesús a sus familiares, cerrando un doloroso capítulo y brindándoles un sentido de paz.

Un Recuerdo de Infancia

En una tarde lluviosa en el municipio de Carepa, Antioquia, mientras el agua caía con fuerza sobre las calles empedradas llenas de charcos, Amado de Jesús vendía las morcillas que su madre le ponía en una charola. Ese día, el destino le tenía preparada una sorpresa particular y jocosa. Al escuchar las risas y gritos de sus amiguitos, que jugaban un partido de fútbol en una cancha improvisada, decidió unirse a la diversión y, entre patadas al balón y regates hábiles, Amado de Jesús lanzó un disparo potente que derribó la charola y dejó las morcillas esparcidas por la vía. Sin perder la compostura, con astucia y rapidez, las recogió y las lavó con el agua de lluvia, convirtiendo así el percance en una anécdota alegre para recordar. “¡Así vendí todas las morcillas, incluso creo que quedaron mejores!”, cuentan que les decía Amado de Jesús a quienes le escuchaban esta historia de su niñez.

Una Vida de Generosidad y Lucha

Amado de Jesús, según relatan su familia y la Corporación Reiniciar, que documenta casos de desaparición forzada a miembros de la Unión Patriótica, era un hombre generoso que disfrutaba compartir y ayudar a sus amigos y que, por motivos de seguridad, se desplazó de Urabá hacia Medellín. Allí, al cabo de un tiempo, recibió un terreno en el corregimiento de Santa Ana, del municipio de Granada, Antioquia.

Cuando Amado de Jesús tenía 44 años, dejó de compartir con sus seres queridos. El 28 de agosto de 2001, a las ocho de la mañana, salió de la vereda La Estrella, del corregimiento Santa Ana, hacia Medellín, ciudad adonde viajaba constantemente. Después de ello, no se volvió a saber de él.

Al no saber nada de Amado de Jesús, sus familiares emprendieron un viaje desde La Estrella hacia el cementerio ubicado en la cabecera municipal de Granada, en busca de una pista que les revelara el destino de su ser amado. Al llegar, el sepulturero les indicó una galería donde reposaban los cuerpos de personas no identificadas entre los que podía estar el de Amado de Jesús. La familia no conoció más información al respecto. Sin constatar la muerte de Amado de Jesús y sin recibir pistas concluyentes, la familia se desplazó a Medellín en busca de respuestas. Y así, por años, sus hijos continuaron la incansable búsqueda.

Hoy, después de más de dos décadas de incertidumbre y dolor, la familia de Amado de Jesús Garcés Hidalgo puede finalmente honrar su memoria y continuar su legado de amor y esperanza.

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carloscastaneda@prensamercosur.org