En un puñado de miles de años hemos avanzado mucho como especie. Ya hemos cumplido 250.000 años que el hombre camina como ser inteligente por la faz de la tierra. Sí, digo hombre y no ser humano, ya que la mujer, la mujer moderno no tiene más de 150.ooo años.. Lamento mucho decepcionar a los muy creyentes, pero Adán y Eva nunca se conocieron. Esa evolución marcó su punto álgido con la aparición de las primeras civilizaciones, siendo la más antigua la sociedad sumeria, con algo más de 5000 años. Eso sí, gracias a la aparición de la agricultura y eso también gracias a la estabilidad climática que provocó el oroceno, que hizo predecibles los cambios climáticos surgiendo en nuestra planeta las 4 estaciones que hoy por hoy, siguen desdibujándose.
No es mi intención analizar el cambio climático, más bien trazar algunas líneas que nos permitan tener una visión, aunque sea fantasmal del mundo que está llegando a nuestras vidas, desde mi punto de vista, siempre humilde y desinteresado. Bien es cierto que la Inteligencia artificial (IA) en sus distintas formas: Generativa, general, específica, está tomando posiciones en todos los sectores de todo tipo, clase y condición. Es obvio que esto conlleva la creación de un mundo con actividades laborales más complejas que generaran economías más robustas y mayor riqueza. Claro que cómo se reparta la misma es harina de otro costal. Será un mundo en donde se trabaje mejor, menos y se disponga de más tiempo libre. Pero, como decimos aquí, no todo el monte es orégano, es decir, no todo son ventajas, ya que será un mundo más fácil pero más predecible y, por tanto, más controlable. Lo que significa que los estados tendrán a su disposición toda la información de nuestro paso por esta vida en cada momento: Donde repostamos combustible, en qué momento, que tipo de combustible. Donde adquirimos ropa o alimentos, donde fuimos de vacaciones, durante cuanto tipo y con quién.. El dinero será digital, no existirá el dinero físico sino las monedas digitales que se amoldaran a una identidad digital única e irrepetible para cada uno de nosotros, que será la única efectiva a la hora de operar con nuestro dinero digital.
Otros sectores como el de la educación dejará de ser lo que es ahora, no existirán los profesores ni los maestros. estos se convertirán en meros guías del conocimiento de sus alumnos. los profesores, aquello que mostrará el conocimiento será una IA en forma de realidad virtual. Las clases dejarán de ser de niños de una misma zona porque un aula de esta naturaleza estarán formada por niños y niñas de todo el mundo. No habrá problemas con los idiomas o dialectos, ya que la IA sabrá traducirlos de manera simultánea.
La medicina también está siendo colonizada por diversas IA, pero aún no ha llegado el momento álgido. Los doctores serán meros asesores en cuestiones relacionadas con nuestra salud, ya que será una IA quien evalúa el caso, analice los síntomas, determine causas y ofrezca una orientación terapéutica en base a un diagnóstico que habrá establecido en base a millones de datos de cientos de miles de publicaciones científicas de los últimos 20 años que hayan sido publicadas en revistas especializadas.
La contrapartida de todo esto es que sólo se dará en un tipo de mundo, el mundo denominado primera o desarrollado, ya que el resto del mundo, el que hará posible ese primero, será el que aporte toda la materia prima necesaria para fabricar los componentes de dichos sistemas de IA, paises en donde la explotación y la miseria coexistirán con la basura y los despojos que ese primer mundo o desarrollado , origina para que todos llevemos una vida más cómoda y más controlable. podrá parecer que hemos avanzado mucho en esos 250.000 años pero si nos fijamos bien seguimos estando en nuestras cavernas, eso sí esta vez, cavernas con televisión a la carta y consultas médicas desde nuestra cueva. Aislados de cualquier contacto social, trabajando para un sistema que será quien dictamine las normas.
Puede que Dios no juegue a los dados, como decía Einstein , pero la evolución tampoco. De hecho la capacidad cerebral, ahora sí, del ser humano, se redujo hace 5.000 años de 1500 cm3 a 1.350 cm3, debido seguramente a la creación de las primeras civilizaciones en donde ya se aplicaban tecnologías y no era necesario un cerebro tan amplio. Según parece, no hemos evolucionado tanto porque según parece estamos en un mundo distópico que avanza hacia la unificación de un pensamiento único en donde la tecnología servirá para mejorar la vida de muchos, pero no te todos.
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