Brasil y Paraguay asestan duros golpes a la delincuencia organizada con operaciones espejo

El Ejército Brasileño (EB) y el Ejército Paraguayo han unido fuerzas para asestar duros golpes al narcotráfico y al contrabando en la zona fronteriza. En los últimos meses, militares de ambos países han realizado operaciones espejo contra organizaciones criminales.

Del lado brasileño, la Operación Ágata Frontera Oeste II detuvo a 131 personas y confiscó más de 73 toneladas de drogas, entre ellas skunk, marihuana, hachís y cocaína, así como armas ilegales, aeronaves, vehículos todo terreno y embarcaciones. “Durante la Operación Ágata Frontera Oeste II, hubo una estrecha colaboración y coordinación entre las fuerzas brasileñas y las autoridades paraguayas”, informó a Diálogo el Comando de Operaciones Terrestres del EB.

En el lado paraguayo y de manera similar a la Operación Ágata Frontera Oeste II, el Ejército Paraguayo llevó a cabo las Operaciones Basalto I y II contra grupos criminales. “Esta estrategia permitió una acción conjunta e integrada, con el objetivo de maximizar los resultados en la lucha contra los delitos transfronterizos y ambientales”, afirmó el Comando de Operaciones Terrestres.

Ágata Frontera Oeste II

La operación Ágata Frontera Oeste II generó al crimen organizado pérdida de más de  USD 73 millones, teniendo en cuenta las incautaciones de droga, contrabando y malversación realizadas entre el 1.º de enero y el 4 de junio, según el Comando de Operaciones Terrestres.

“El despliegue masivo de personal militar en las principales entradas del país, tiende a dificultar el tráfico a lo largo de las rutas logísticas más desarrolladas, obligando a las organizaciones criminales a adoptar medios desventajosos o menos eficientes para llevar a cabo sus actividades”, dijo el Comando Militar Occidental (CMO) del EB en un comunicado. “De esta forma, se impide la entrada a territorio nacional de una cantidad adicional de mercancías ilícitas, reduciendo la criminalidad a la que estaría expuesta la población”, añadió el CMO.

Las acciones se llevaron a cabo en las zonas fronterizas de los estados de Mato Grosso, Mato Grosso do Sul y Paraná, con el esfuerzo permanente de las tropas del Comando Operacional del Oeste y de los órganos brasileños de seguridad pública e inspección. En Foz de Iguazú, los militares instalaron puestos de búsqueda en el Puente Internacional de la Amistad, que une a Brasil con Paraguay. Utilizaron perros rastreadores para detectar drogas en vehículos, informó el Comando Militar Sur en su canal de YouTube.

Además de combatir el narcotráfico y el contrabando, los militares protegieron el medio ambiente. “En la Tierra Indígena de Sararé, en Mato Grosso, la Operación Adictos al Oro [parte de la Operación Ágata Frontera Oeste II] desmanteló una gran estructura de minería ilegal y destruyó 22 palas cargadoras, 39 motores estacionarios, dos trituradoras, dos bombas de agua y un generador de energía”, informó el sitio web Defesanet.

La operación Ágata se lleva a cabo anualmente en distintas zonas del país. Siempre tiene lugar en una franja de 150 kilómetros desde la línea fronteriza hacia el interior de Brasil. “En esta franja, los soldados del Ejército tienen poder policial, de acuerdo con la Constitución”, informó el periódico brasileño Gazeta do Povo. 

Operaciones Basalto I y II

Mientras los militares brasileños llevaban a cabo Ágata Frontera Oeste II, los militares paraguayos combatían a los grupos criminales al otro lado de la frontera con las operaciones Basalto I y II. Juntas, las operaciones Basalto I (del 29 de enero al 9 de febrero) y Basalto II (del 22 de abril al 3 de mayo), destruyeron 367 hectáreas de plantaciones de marihuana, confiscaron 412 toneladas de marihuana, arrestaron a 45 personas, destruyeron 172 narcocampamentos y causaron USD 45,5 millones en daños a organizaciones criminales, dijo a Diálogo el Comando de Operaciones Terrestres del EB.

“La Operación Basalto representa un hito importante en la cooperación entre Brasil y Paraguay, transformando la seguridad y el desarrollo en la región fronteriza, resaltando su importancia estratégica para ambos países”, dijo el EB en un comunicado. “Además, las operaciones espejo son cruciales para contrarrestar estas amenazas y garantizar la seguridad y el bienestar de sus poblaciones”, agregó el EB.

Según el Comando de Operaciones Terrestres, las cifras de las operaciones demuestran su impacto positivo, tanto en Brasil como en Paraguay, en la lucha contra los delitos transfronterizos. “Cabe destacar que los resultados obtenidos en la Operación Basalto se deben al freno de las actividades ilícitas en la frontera, como resultado de las acciones del Ejército Brasileño”, informó el Comando de Operaciones Terrestres.