Diario de viaje, día 13: por qué Turienzo entró en la élite mundial y qué piensa su entrenador sobre Los Ángeles 2028

Mateo Majdalani y Eugenia Bosco llegaban a la costa, en la Marina de Marsella, siendo plata olímpica. Los esperaban su equipo, Francisco Guaragna (compitió en Ilca 7), representantes del COA y, también, Catalina Turienzo y Federico Aguilar.

La bahiense y su entrenador se metieron al mar con tal de abrazar a los medallistas lo más rápido posible. Ganó la emoción; y también esa sensación de que cuando está la bandera argentina de por medio, todos somos parte.

Cata y Fede ya estaban liberados, su disciplina terminó el día anterior de manera inesperada ante la falta de viento. Cata venía 13° y solo los mejores diez iban a disputar la Medal Series. Fue una lástima porque en su última regata había logrado un sensacional tercer puesto. Estaba en ascenso, se notó.

“La vi en su mejor momento, en su máximo esplendor. Haber estado cinco meses en Europa, con el apoyo del Enard, la FAY y el COA, hizo que laburáramos como nunca. Empezamos de menos a más, en un proyecto y un proceso de cuatro años desde que ella tenía 14”, le contó Aguilar a La Nueva.

“Cata venía de surfear olas y de hacer kite convencional a esta Fórmula es como pasar del karting a la F1 si hacemos un pararelismo con el automovilismo. Trabajamos física y mentalmente, con un ida y vuelta que a ella le sirva y la siga motivando. Lo más importante del proceso es que se trabajó tranquilos, superándonos día a día y con mucha humildad y respeto a los rivales. Sin trabajo y sin constancia iba a ser difícil”, añadió.

Catalina disputó apenas seis de las dieciséis regatas previstas, logrando quedar tercera en la última que se desarrolló el martes y 13° en la general, sobre 20 atletas. Cata totalizó 56 puntos, con regatas en las siguientes posiciones: 13°, 13°, 19° (descartada), 14°, 13° y 3º.

“De cero a llegar a un top tres en Juegos Olímpicos, como fue la última regata, tiene de respaldo un trabajo muy meticuloso. Llegamos con un envión muy grande después de dos campeonatos del mundo”, comentó Fede.

“Teníamos claro que los campeonatos se ganan en los entrenamientos, por eso no hablamos mucho de resultados. Ella llegó en su mejor momento. Ojalá pueda llegar a otro Juego Olímpico como esta vez, porque su estado es increíble”, advirtió.

Mientras que sobre el abrupto cierre de su competencia, Federico respondió que “el factor climático no lo podemos laburar; si no hay viento, no hay viento”.

“Teníamos una pared para romper que era el top 5 del mundo. Cuando metemos el tercer puesto la rompimos. Una vez que pasamos, íbamos a estar en el lugar que fuimos a buscar. Ese día nos abrió las puertas. Lamentablemente no lo pudimos plasmar porque el clima no acompañó y este deporte es así. Nos quedamos con las ganas de mostrar más de lo que habíamos trabajado”, señaló.

“En cuatro años pudimos lograr algo increíble e impensado. El trabajo, la disciplina, el convencimiento y la actitud en un proceso feliz, como el que vivimos, paga”, completó.

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