EE. UU. ayuda a Ecuador a controlar daños causados por represa china

La Central Hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, construida por la empresa china SinoHydro y calificada como la obra de ingeniería más grande en la historia de Ecuador, está en grave riesgo. Los daños están relacionados con una serie de defectos estructurales, la acumulación de sedimentos por falta de compuertas y a un proceso de erosión regresiva, que obliga a parar la generación y distribución de energía eléctrica, detalló el 7 de julio el diario ecuatoriano El Universo.

A mediados de junio, representantes de la Corporación Eléctrica del Ecuador (CELEC) y del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos (USACE) se reunieron en Quito para desarrollar soluciones efectivas que detengan el avance de la erosión regresiva, que amenaza a la central Coca Codo Sinclair.

El personal de USACE realizó su primera visita técnica a la central hidroeléctrica en 2021 y desde entonces ha trabajado con CELEC, a petición de Ecuador, en la búsqueda de una solución para mitigar la erosión regresiva del río y proteger la infraestructura. Más recientemente, los miembros del USACE han estado trabajando para implementar medidas de emergencia en las zonas de riesgo y ampliar el monitoreo para predecir y reducir los cortes de energía, indicó la Embajada de EE. UU. en Quito.

“El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos trajo a una variedad de agencias gubernamentales externas para (…) ayudar a entender mejor los desafíos de la sedimentación del río Coca”, dijo Adriel McConnell, gerente de Proyectos para Latinoamérica del USACE, en la cuenta X de la Embajada. “Nuestro objetivo es entender mejor cómo estabilizar este nuevo perfil del río, entre el colapso y la propia cuenca, para mantener la fiabilidad a largo plazo del sistema eléctrico”.

En sólo 3,5 años, entre junio de 2020 y enero de 2024, esta erosión originó la pérdida de 508 hectáreas de bosque nativo y se expande en forma acelerada en múltiples frentes, reporta el portal de la ONG con sede en Washington Conservación Amazónica.

El mayor impacto geológico inició en 2021, cuando colapsó la Cascada San Rafael, a 20 kilómetros de la zona de captación que desvía el caudal hacia la hidroeléctrica. El derrumbe de la cascada cambió el curso de la corriente y originó el proceso de erosión acelerada río arriba que, a su vez, causó deslizamientos de tierra y la caída de las paredes del río, informó la cadena ecuatoriana Teleamazonas.

“El problema arranca cuando no se consideró el arrastre de los sedimentos gruesos, de esas piedras bastantes grandes de más de 20 centímetros. Esto fue lo que llenó el embalse, que no tendría que haber existido pero que se nos ha formado”, explicó a Diálogo el 20 de julio la doctora Carolina Bernal, docente investigadora de la Escuela Politécnica Nacional de Ecuador. “Se llenó la parte baja con todos estos sedimentos muy gruesos y ahora en la parte superior los sedimentos finos están formando islas, con árboles de hasta cuatro o cinco metros”.

La construcción de la Central Hidroeléctrica inició en julio de 2010 y finalizó en noviembre de 2016, según el ministerio de Energía y Minas de Ecuador. A dos años de su inauguración ya habían aparecido los primeros defectos de construcción: 7648 fisuras en las turbinas. La zona también presentó las primeras obstrucciones por sedimentos, arena y ramas de árboles, confirmó en 2018 The New York Times.

“Si el sedimento entra a las turbinas, éstas se dañan. A las velocidades a las que giran, el sedimento las acaba”, añadió Bernal. “Cuando la erosión regresiva llegue a la zona de captación, el lecho del río se profundizará. Entonces el túnel colector y el agua ya no estarán al mismo nivel. El agua quedará más abajo y no podrá entrar”.

La erosión regresiva del río avanza rápidamente en dirección al acopio de agua de la Central, poniendo en peligro también la infraestructura petrolera en la zona y la carretera E45, reportó el periódico ecuatoriano El Comercio. La Comisión Ejecutora del Río Coca, en su reporte diario de monitoreo del 9 de julio, confirmó lo anterior y aseguró que la zona es ahora de alto riesgo.

“Estamos a solo 6,8 km de la infraestructura crítica. Si no se toman decisiones urgentes, enfrentaremos apagones masivos en el país”, advirtió al periódico digital Ecuador en Vivo el doctor Inti Grungberg, ambientalista y científico ecuatoriano. “Es crucial que el gobierno actúe inmediatamente para solucionar este problema, antes de que sea demasiado tarde”.

La Central tuvo que cerrar compuertas el 2 de julio por un nuevo aumento de sedimentos, informó la Unidad de Negocio Coca Codo Sinclair en su cuenta de X. Para evitar un apagón generalizado se comenzó a comprar energía a Colombia.

Uno de los problemas que puede paralizar para siempre esta central hidroeléctrica son las miles de fisuras en los distribuidores de agua que están en la casa de máquinas, detalló el 30 de junio el medio local Primicias. Eso se convirtió en un reclamo internacional de la Corporación Eléctrica de Ecuador contra la empresa china SinoHydro, donde la Fiscalía General del Estado también investiga a varios funcionarios por posibles sobornos.

“La erosión regresiva entre la desaparecida cascada de San Rafael y aguas abajo de la capacitación, está devorando el valle del río Coca”, subrayó Bernal. “Esto ocasiona que se destruya el sistema de transporte de petróleo, principal producto de exportación del país. También se destruyen las carreteras y las poblaciones se quedan aisladas, obligando a una migración interna”.

Entre las opciones de Ecuador para proteger el Coca Codo Sinclair está la creación de un dique permeable junto con USACE, que estaba previsto que comenzara a mediados de agosto, dijo CELEC vía X.