Damelis tiene más de un mes sin saber de su hijo, detenido en Maturín en las protestas postelectorales

A César Andrés Meneses lo detuvieron el lunes 29 de julio en Maturín, capital del estado Monagas. Él no participaba en ninguna protesta, pero cerca de donde se encontraba había un despliegue policial.

César estaba llevándole medicinas a una compañera de trabajo. “Apúrate, que por acá se escucha que están lanzando lacrimógenas”, le dijo a su compañera. Minutos después, al ver el avance de los funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), César corrió por miedo pero no fue más rápido que los agentes que lo capturaron.

Su madre, Damelis Meneses, conversó con César entre el 29 de julio y 1 de agosto. Sin embargo, el 2 de agosto, luego del traslado de unas 29 personas desde Maturín hacia rumbo desconocido, Damelis no ha vuelto a escuchar la voz de César.

“Yo no sé dónde tienen a mi hijo. A él lo trasladaron el 2 de agosto pero no nos dijeron para dónde lo llevaron. Ya se cumplieron los 45 días yo no tengo respuesta de ningún ente oficial”, afirmó Meneses en conversación con Efecto Cocuyo.

Damelis, abogada penalista con más de 25 años de experiencia y docente, intentó juramentarse como defensora del caso de su hijo. Viajó a Caracas hasta en seis ocasiones, pero fue ignorada y maltratada por los funcionarios que la atendieron.

Ahora, con los 45 días de investigación cumplidos, tiene la esperanza de que su hijo sea puesto en libertad, pero también tiene temor porque desconoce el paradero de su hijo, así como el estado de su salud física y mental. “Así como yo, hay muchas madres de acá que no saben donde están sus hijos. Algunas dicen que ellos están bien, pero yo no puedo afirmar eso hasta que no sepa de verdad del estado de salud de mi muchacho”, confesó.

Una mujer se niega a abandonar a su hijo detenido en las protestas postelectorales

La voz de Damelis no se quiebra mientras habla de César y de la búsqueda incesante que tiene. Se hace más fuerte. Confiesa que no ha recurrido a organizaciones que la puedan apoyar porque creía que eso podría afectar el caso de su hijo y confiaba en que, como abogada, podría resolver prontamente lo que ocurría. Sin embargo, mes y medio después de la detención de Meneses, Damelis entiende que la situación es más compleja de lo que parece.

“Mi hijo es estudiante de derecho de la universidad Gran Mariscal de Ayacucho. Él tiene 19 años y desde pequeño yo le enseñaba a ser una buena persona. Actualmente sufre de problemas respiratorios, ¿cómo van a decir que alguien así es terrorista y busca atentar contra la estabilidad del país? No tiene sentido”, reflexiona Damelis en conversación con Efecto Cocuyo.

La letrada ha viajado en seis ocasiones a Caracas. Al principio le decían que volviera la siguiente semana, hasta que le dijeron que no podrían darle información del caso y tampoco podría reunirse con el juez que lleva la causa de su hijo.

“Yo fui a llevar el documento en el que mi hijo me nombraba como abogada defensora de su causa. No lo aceptaron. La secretaria del tribunal 3ro de control contra el terrorismo me dijo que esa semana no se podía, que fuera la siguiente semana y la respuesta fue similar. Hasta que me maltrató y me preguntó que por qué insistía tanto en ese caso. Cuando le dije que yo era la madre ella se quedó callada”, relató Damelis Meneses.

La abogada asegura que en Maturín hay muchos más casos como este, pero que las personas han decidido mantener silencio para evitar represalias. “No existe ningún tipo de elemento criminalístico para inculpar a esos muchachos. Es una violación flagrante de derechos el hecho de que no se le dé información a la mamá de la persona. Es algo terrible”, dijo.

A pesar de estos problemas ella insiste en viajar a Caracas y exigir que le indique dónde está recluido su hijo y que se le permita verlo. Aunque no pierde la esperanza, sabe que ha pasado mucho tiempo y teme en qué condiciones puede encontrarse el joven.