Agenda 2045: estas son las reformas al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas

Los líderes del mundo aprobaron en la Asamblea General la Agenda 2045, una extensión de las metas fijadas para el 2030. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) reperfila sus objetivos para dentro de 21 años y uno de los temas centrales es el Consejo de Seguridad.

A raíz de los conflictos en Ucrania y Medio Oriente, el organismo será modificado para adecuarse a los nuevos retos que presenta la geopolítica global.

¿Cómo está compuesto actualmente el Consejo de Seguridad de la ONU?

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas tiene la responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad a nivel internacional. El organismo está compuesto por 15 países y cada uno tiene un voto.

Hay cinco Estados que tienen un asiento fijo: Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia y China. Cada uno de ellos tiene poder de veto en la votación de las resoluciones propuestas por cualquiera de los otros integrantes. La Asamblea General elige a los integrantes no permanentes de forma secreta, sin aceptación de candidaturas, y bajo la mayoría de dos tercios.

Actualmente, el Consejo está compuesto por 10 integrantes no permanentes: Argelia, Ecuador, Eslovenia, Guyana, Japón, Malta, Mozambique, Corea del Sur, Sierra Leona y Suiza. Su elección se rige bajo la siguiente distribución:

• Cinco miembros de África y Asia
• Un miembro de Europa oriental
• Dos miembros de América Latina
• Dos miembros de Europa occidental y otros Estados

Estos países tienen un plazo de permanencia de dos años en el Consejo y no pueden ser reelegidos para el período subsiguiente. Por otro lado, los países que no son miembros no tienen participación alguna en el organismo, aunque esto cambia si se ven involucrados en algún conflicto y deben ser citados por los integrantes del órgano.

A partir del 1 enero de 2025, Dinamarca, Grecia, Pakistán, Panamá y Somalia se unirán al Consejo de Seguridad en reemplazo de Ecuador, Japón, Malta, Mozambique y Suiza, cuyos mandatos finalizan el 31 de diciembre de 2024.

Las herramientas de las Naciones Unidas para garantizar la paz

El Consejo de Seguridad tiene en su poder la capacidad de investigar cualquier tipo de evento o hecho que pueda generar fricción en el marco global. A su vez, se encarga de impulsar y establecer reglamentos para regular el armamento y las condiciones para la guerra.

El organismo puede recomendar sanciones económicas y otras medidas a los países que infrinjan las leyes internacionales, con el fin de prevenir enfrentamientos armados. Además, una de sus responsabilidades es intervenir ante conflictos, recomendando a las partes involucradas vías para restablecer la paz.

Entre los métodos de mediación, los miembros del Consejo pueden realizar una acción militar conjunta con el fin de detener la agresión de un Estado a otro.

Los 15 miembros del órgano de la ONU pueden recomendar una candidatura para Secretario General y, junto a la Asamblea, elegir a los magistrados de la Corte Internacional de Justicia.

Los cambios sugeridos por la Agenda 2045

Ante el fracaso para prevenir y detener las guerras en Ucrania y Medio Oriente, el Pacto del Futuro incluyó una serie de modificaciones para el Consejo de Seguridad. Los líderes del mundo aprobaron la Agenda 2045 en su totalidad y reconocieron la necesidad de que el órgano encargado de la paz “sea más representativo, inclusivo, transparente, eficiente, eficaz y democrático”.

En primera instancia, el documento remarca la urgencia de reparar las injusticias históricas cometidas contra África. Para ello, sugiere mejorar la representación de las regiones, entre ellas América Latina y el Caribe o Asia y el Pacífico, para lo que se plantea la ampliación del número de miembros.

Para esta nueva visión también se tomó en consideración los grupos interregionales como “los pequeños Estados insulares en desarrollo, los Estados árabes y otros grupos, como la Organización de Cooperación Islámica”. El mismo texto hace foco en que la ampliación debe garantizar el equilibrio y la eficacia del Consejo.

Otro punto crítico en las reformas que se vienen es el veto, una herramienta de los cinco miembros permanentes. Este recurso fue a menudo un obstáculo para garantizar la paz en el mundo, por lo que la ONU anunció que buscará llegar a un acuerdo sobre la limitación de su alcance y uso.

Por último, la Agenda 2045 incluyó la posibilidad de reglamentar una cláusula de revisión para el Consejo de Seguridad. Esta disposición tendrá como finalidad analizar si el organismo de las Naciones Unidas cumple con su propósito y debe o no continuar con su mandato.