La importancia de la navegación fluvial para el comercio de Paraguay con el mundo

Por: Marian Oviedo, Espacio Económico.

Paraguay, al ser un país mediterráneo, depende enormemente de su sistema fluvial, especialmente de la Hidrovía Paraguay – Paraná, para acceder al comercio internacional y conectarse con el océano Atlántico.

En este contexto, el río Paraguay constituye la principal arteria fluvial del país, y los puertos fluviales se consideran el corazón del comercio exterior paraguayo, facilitando el intercambio de bienes.

Las inversiones en infraestructura portuaria son fundamentales para el crecimiento económico del país. Históricamente, esta infraestructura enfrenta grandes desafíos, principalmente en términos de eficiencia operativa y capacidad.

Sin embargo, en los últimos años, Paraguay intensificó sus esfuerzos para expandir su infraestructura portuaria a fin de llevar a otros niveles la eficiencia logística y la conectividad.

Estas inversiones no solo dan lugar a un mayor volumen de comercio, sino que también generan empleos y promueven el desarrollo económico en las regiones portuarias.

Un avance significativo es la inclusión de Paraguay como miembro del acuerdo de transporte fluvial por la Hidrovía Paraguay – Paraná, una red de 3.442 km de vías navegables que conecta cinco países desde Puerto Cáceres en Brasil hasta Nueva Palmira en Uruguay.

Esta ruta atraviesa puntos clave como Puerto Busch en Bolivia, Asunción en Paraguay, y los puertos sobre el río Paraná en Argentina, incluyendo Rosario, Zárate, Buenos Aires, Dock Sud y La Plata, hasta el acceso marítimo en Recalada.

Este acuerdo es uno de los pilares fundamentales para la integración política, económica y social en Sudamérica, abarcando una zona de influencia de aproximadamente 5 millones de kilómetros cuadrados y una población estimada en 70 millones de personas.

Además, Paraguay participa en el Comité Intergubernamental de la Hidrovía Paraguay – Paraná (CIH), un organismo encargado de gestionar el acuerdo de transporte fluvial de la Hidrovía firmado en 1992 por Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay. Este comité se encarga de formular propuestas y coordinar políticas para facilitar la navegación en la hidrovía.

Los objetivos del CIH incluyen mejorar el uso y desarrollo de la hidrovía, permitiendo a los países beneficiarse de diversas maneras, tales como la reducción de los costos de transporte, favoreciendo la competitividad de los productos regionales en el mercado mundial; el mejoramiento del comercio dentro del Mercosur, impulsando tanto las economías nacionales como regionales.

Así también, incluye el incremento los ingresos en la región mediante el aumento del comercio y las oportunidades de recaudación por peajes; la promoción del desarrollo industrial, mediante la creación de nuevos polos en torno a los terminales portuarios; el monitoreo de las condiciones ambientales a lo largo de toda la vía fluvial, especialmente en áreas vulnerables a inundaciones y contaminación.

Por otro lado, se encarga de la mejora de la información disponible para las embarcaciones, proporcionando datos y servicios informáticos a los operadores de centros de coordinación, para su uso por empresas navieras, operadores de terminales y otras agencias autorizadas.

INFRAESTRUCTURA FLUVIAL EN PARAGUAY

Datos preliminares de la Dirección de Marina Mercante y de la Dirección General de Movilización Nacional (DGMN) indican que la flota de CAFyM, compuesta por remolcadores y buques, cuenta con 2.541 unidades, con un tonelaje de registro bruto de 1.807.561.

En cuanto a la inversión, las empresas asociadas a CAFyM, invirtieron aproximadamente USD 2.000 millones en la adquisición de esta flota, lo que posiciona a Paraguay con la tercera flota más grande del mundo.

Debido a su ubicación geográfica, Paraguay depende considerablemente de la navegación para sus actividades comerciales. De hecho, el 70% del volumen exportado y cerca del 50% del importado se transportan por vía acuática. Este sector experimenta un crecimiento significativo a lo largo de los años.

A pesar de lo anterior, es importante destacar que la navegabilidad se ve impactada por la crisis hídrica. Actualmente, el nivel del río se encuentra muy por debajo de sus valores normales y esta disminución genera preocupación y repercute de diversas maneras en la economía.

En primer lugar, afecta el costo de los productos debido a los retrasos en la llegada de mercancías y a la acumulación de otras en los puertos, especialmente los productos perecederos. Además, este problema no solo afecta a los importadores, sino también a los exportadores industriales que dependen de la materia prima e insumos para el sector agrícola.

Por lo tanto, Paraguay necesita avanzar hacia un plan maestro de navegación que asegure el uso seguro de las vías fluviales durante todo el año. Esto incluye dragado, balizamiento y otras obras de infraestructura necesarias para el mantenimiento de este medio de transporte crucial para el país.