Comida con gusanos y agua contaminada; así sobreviven los presos políticos venezolanos en Tocuyito

Familiares de los presos políticos venezolanos recluidos en Tocuyito siguen alzando su voz, con denuncias sobre los malos tratos que reciben las personas en este centro penitenciario. Comida con gusanos, agua podrida y maltrato psicológico, entre otras cosas, reciben quienes fueron trasladados a este lugar ubicado en el estado Carabobo, tras haber sido detenidos en el contexto de las protestas postelectorales.

Los allegados son cautelosos y aseguran que los funcionarios de seguridad no han torturado físicamente a los detenidos; pero también afirman que los malos tratos son de otra índole. La única visita que le permitieron a varios de los familiares de los presos políticos duró tan solo 20 minutos y fue en un contexto de hostilidad.

“En la visita no nos permitieron tocarlos. No nos permitieron besarlos ni abrazarlos. Nos sentaron en una mesa de cemento, él de un lado, yo de otro lado. Él no podía mover sus manos y yo tampoco. Les están dando comida con gusanos. La mortadela está podrida. El agua está contaminada. Es de un tanque. Además, no los llevan a que reciban sol. Mi hijo tiene la autoestima por el suelo. Mi niño no es el que era, alegre, sonriente. Yo no sé cómo tuve fuerzas para salir de ahí sin derrumbarme ante mi hijo”, relató Mireya González, madre de Sandro Ramírez González, un joven de 25 años de edad detenido el pasado 6 de agosto en el estado Lara.

La dura resistencia de los familiares de los presos políticos de Tocuyito

Mireya relata lo complicado que ha sido sobrellevar el día a día sabiendo que su hijo está siendo maltratado mientras está injustamente detenido. Ella recuerda que Sandro estaba en casa el día que fue detenido. Un grupo de funcionarios irrumpió en su hogar, rompió la puerta y se lo llevó detenido sin mediar ninguna explicación.

“Imagínate cómo estoy yo cada vez que voy a comer. Yo sé que estoy comiendo bien y a mi hijo le están dando comida con gusanos. Tampoco tienen sábanas. Hay muchos que han rajado las colchonetas para meterse ahí cuando les da frío”, indicó la madre venezolana. En la conversación Efecto Cocuyo, Mireya reveló que su hijo es gay y que, además de todos los malos tratos que está recibiendo, también lo discriminan por esta razón.

“A mi hijo lo están discriminando. Lo humillan porque es gay. Pero no es asesino, es un ser humano. Pero sí debo decir que a él y a Jordan Matos los están discriminando por ser gais”, afirmó Mireya González.

Ahora, Mireya y otras mujeres larenses han alzado la voz para que se conozca lo que ocurre con sus hijos y familiares en un recinto penal que tampoco está apto para recibir a estas personas que fueron detenidas en el contexto de las protestas postelectorales.

“A las 9:30 de la mañana lo sacaron de su casa. Lo golpearon a él y su hermana, es decir, mi hija. Cuando lo trasladaron a Tocuyito no nos avisaron nada”, recordó Mireya.

Una de las principales formas de resistencia de estos familiares pasa por decirles a sus hijos que son inocentes y que no asuman culpabilidad en los cargos que se les imputan. En el caso de Sandro, los cargos son terrorismo, incitación al odio, resistencia a la autoridad y obstrucción de la vía pública.

Denuncias como las que hace Mireya son refrendadas por más mujeres que tienen a sus familiares presos en Tocuyito. “A mi muchacho yo no lo pude abrazar. No lo pude besar. Tenía los ojos llorosos, pero tampoco lo dejan llorar. Es un dolor muy grande el que siento, me están matando. Yo lo único que le pido al gobierno es que me devuelva a mi muchacho”, dijo Iraima a Efecto Cocuyo. Ella es abuela de Ángel Gabriel Reyes Rojas, de 19 años de edad.

¿En qué condiciones están los centros de reclusión en Venezuela?

Tocuyito no es el único centro de reclusión que ha sido dispuesto para el traslado de los presos políticos en el contexto de las protestas postelectorales. También hay detenidos en el Rodeo III y en Tocorón. Estos lugares eran habitualmente empleados para personas que ya tenían sentencia y las condiciones de reclusión son sumamente complicadas.

El abogado, activista por los derechos humanos y director del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), Humberto Prado, catalogó lo que ocurre en Venezuela como una “locademia judicial”. Para el letrado, las decisiones que se están tomando en referencia a las personas detenidas en el contexto de las protestas postelectorales no tienen ninguna base legal en el país.

“Hay una violación al debido proceso. A ninguno de los detenidos se les permite nombrar a un abotago de confianza como lo establece la constitución. Pero también hay una limitación con las horas de visita. Esta es una ‘locademia judicial’”, indicó el experto venezolano.

Prado también recuerda que en repetidas ocasiones los centros penales del Rodeo y Tocorón ya han reportado fallas con la alimentación de la población presa, así como con temas de higiene e hidratación. El director del OVP afirmó que los niños detenidos tampoco pueden ser mezclados con los demás presos en los centros de reclusión.

“Si los niños y adolescentes van a ser procesados, tiene que ser de forma especial. Es decir, el juez debe ser de la materia, el fiscal debe ser de la materia y el abogado también. No es igual que estés juzgando a un adulto”, dijo Prado a Efecto Cocuyo.

Humberto Prado fue tajante al decir que “para el OVP lo que impera en Venezuela es una política de la muerte para las personas que se encuentran privadas de libertad”, en referencia a las acciones llevadas por las autoridades nacionales.

“Yo le enviaría un mensaje a todos los familiares. Que le digan a sus seres queridos que no admitan hechos porque ellos no son responsables de ningún crimen. También que tengan mucha fortaleza, que sigan fuertes y apoyando. Que nunca se apaguen, porque ellos son la luz de esperanza de todos los muchachos que se encuentran privados de libertad”, sentenció Prado.