Imagen @MinAmbienteCo
Por primera vez en la historia de Colombia, la bandera de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ondea en suelo colombiano, marcando un hito en el compromiso del país con la protección del medioambiente y el fortalecimiento de la paz mundial. El acto se llevó a cabo en el Centro de Eventos Valle del Pacífico, en Cali, durante la ceremonia oficial de entrega de la Zona Azul a la ONU, en el marco de la décimo sexta Conferencia de las Partes (COP16) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB). Esta ceremonia representa un paso trascendental para el país, que asume un papel protagónico en la discusión global sobre la conservación de la biodiversidad.
El evento estuvo encabezado por la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, quien entregó formalmente la administración de la Zona Azul a Astrid Schomaker, secretaria ejecutiva del CDB, en compañía de autoridades locales del Valle del Cauca. Con este gesto simbólico, la Zona Azul del Centro de Eventos Valle del Pacífico se convierte en un espacio de jurisdicción internacional, donde las naciones del mundo se reunirán para discutir el futuro de la biodiversidad planetaria y buscar acuerdos en favor de la paz con la naturaleza.
Un territorio de paz en Colombia
“La izada de la bandera de la ONU es más que un acto simbólico, es un reconocimiento del compromiso de Colombia con la protección de todas las formas de vida. Este espacio se convierte en un territorio internacional de paz, donde las negociaciones tendrán lugar con las garantías necesarias para avanzar en la búsqueda de soluciones a los problemas globales de biodiversidad”, afirmó la ministra Muhamad en su intervención. Además, expresó su esperanza de que Colombia se convierta en un referente para el mundo, un “faro de luz” que inspire a otras naciones a trabajar por la Paz con la Naturaleza y por la paz entre los pueblos.
El mensaje de Muhamad fue claro: el cuidado de la biodiversidad está intrínsecamente ligado a la paz. “Si salvaguardamos todas las formas de vida, nos estamos salvaguardando a nosotros mismos. Desde Colombia abrimos los brazos a pueblos indígenas, afrodescendientes, campesinos, activistas ambientales y todas las delegaciones internacionales, para que juntos construyamos un proceso de paz con la naturaleza, en un diálogo amplio, democrático y participativo”.
La COP16: Un evento de convocatoria histórica
Este evento marca el inicio de una de las cumbres más grandes y cruciales en la historia de las negociaciones sobre biodiversidad. La COP16 ha superado todas las expectativas en términos de convocatoria, con la confirmación de 14 jefes de Estado, más de 100 ministros de Ambiente y 140 delegaciones internacionales, así como la acreditación de más de 18.000 personas. Este récord de participación convierte a la cumbre en un hito dentro del movimiento global para la conservación de la biodiversidad.
La Zona Azul, administrada directamente por el CDB, será el escenario de las negociaciones oficiales, donde se tomarán decisiones clave sobre la implementación del Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal, el cual busca detener y revertir la pérdida de biodiversidad para 2030. En este espacio se llevarán a cabo sesiones oficiales, reuniones plenarias, eventos paralelos y conferencias de prensa, en un esfuerzo colectivo por alcanzar acuerdos que permitan preservar los ecosistemas del planeta.
Astrid Schomaker, secretaria ejecutiva del CDB, expresó su agradecimiento al gobierno colombiano por su labor en la organización del evento y por el compromiso mostrado en la protección del medioambiente. “Uno de los mayores éxitos de esta COP será que todos los delegados se sientan como en casa. Colombia ha hecho todo lo posible para asegurarse de que así sea. Ha sido un verdadero placer trabajar con la ministra Muhamad, cuyo liderazgo ha sido crucial para que este evento sea un éxito”, afirmó Schomaker.
Un espacio para la participación ciudadana y la seguridad
Además de ser un espacio de negociación para los gobiernos, la Zona Azul contará con el Pabellón Colombia, una plataforma que reunirá a la sociedad civil, organizaciones comunitarias, pueblos indígenas, afrodescendientes y activistas ambientales. En este pabellón, se desarrollarán actividades y paneles en los que se destacarán las iniciativas y propuestas ciudadanas que buscan contribuir a la protección de la biodiversidad. Esta apertura al diálogo amplio refuerza el carácter democrático y participativo de la COP16, donde no solo los gobiernos, sino también las voces de los ciudadanos, tienen un rol fundamental en la construcción de soluciones.
En cuanto a la seguridad, el evento cuenta con un despliegue extraordinario de más de 800 uniformados, incluyendo efectivos de la Policía Nacional, el Ejército y equipos especializados con certificación SWAT, encargados de garantizar el control de acceso a la Zona Azul. Naciones Unidas también ha dispuesto un equipo de seguridad que, en coordinación con las autoridades locales, supervisará el cumplimiento de las normativas diplomáticas para asegurar que las negociaciones se desarrollen en un ambiente de paz y respeto.
La Zona Azul: un espacio de decisiones cruciales
La COP16 no solo será un punto de encuentro para la discusión, sino también para la acción. Las decisiones que se tomen en la Zona Azul afectarán directamente el futuro de la biodiversidad en todo el planeta. El Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal, aprobado en la COP15, es una de las piedras angulares de esta cumbre. Este marco establece objetivos ambiciosos para detener la pérdida de biodiversidad y promover su recuperación, y durante la COP16, las partes deberán acordar los mecanismos para su implementación efectiva.
En este contexto, Colombia asume un papel central como país anfitrión, mostrando su compromiso con la protección del medioambiente y la paz global. El evento es visto no solo como una oportunidad para la negociación entre los gobiernos, sino también como un momento clave para fortalecer los lazos entre las naciones y promover la cooperación internacional en la lucha contra el cambio climático y la degradación ambiental.
Un hito para Colombia en el escenario global
La izada de la bandera de la ONU en la COP16 simboliza mucho más que la entrega de un espacio físico a una organización internacional. Es un reflejo del compromiso de Colombia con los principios de paz, sostenibilidad y cooperación. El país, que ha sido testigo de los efectos devastadores del conflicto armado y del cambio climático, ahora se posiciona como un líder en la lucha por la protección del medioambiente y la búsqueda de soluciones pacíficas y sostenibles a nivel global.
Con esta cumbre, Colombia abre sus puertas al mundo, invitando a todas las naciones a unirse en un esfuerzo colectivo para garantizar un futuro en el que la biodiversidad, la paz y la prosperidad sean posibles para todos. La COP16 será recordada no solo como un evento diplomático, sino como un momento decisivo en la historia del país y del mundo, donde la naturaleza y la humanidad pueden encontrar un camino común hacia la reconciliación y la supervivencia.
El acto de izar la bandera de la ONU en la Zona Azul quedará grabado en la memoria colectiva como un símbolo de esperanza y compromiso con un futuro mejor, donde la paz con la naturaleza sea una realidad tangible para todos los pueblos del mundo.
carloscastaneda@prensamercosur.org
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