De acuerdo con un reciente reporte del Banco Mundial “Informe de pobreza y equidad del Paraguay”, nuestro país ha logrado reducir el índice de pobreza del 51,4% al 24,7% en dos décadas. En línea con este avance, la clase media experimentó un aumento del 24,8% de la población en 2003 al 41,6% en el 2022, según se extrae del reciente informe presentado por expertos del Banco Mundial en nuestro país.

Eliana Rubiano-Matulevich, economista senior en la práctica global de Pobreza y Equidad para América Latina y Óscar Calvo González , director de Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones para América Latina, ambos expertos del Banco Mundial fueron los encargados de presentar los resultados de este informe que plantea algunos desafíos para seguir avanzando en esta lucha.

En entrevista para ABC, los expertos coincidieron en que gracias a un crecimiento económico inclusivo y programas sociales efectivos se pudo tener este avance importante en la lucha contra la pobreza en 20 años, pero que últimamente, el ritmo de reducción se ha reducido y en esto en parte se debe también al impacto de la Pandemia del Covid.

Afirman que para avanzar en un crecimiento más inclusivo será necesario una mayor inversión en capital humano y empleos de calidad, que a la vez cooperarán en los propósitos de reducir la pobreza y proteger a los más vulnerables.

Óscar Calvo resaltó como algo destacable que en los últimos 20 años se ha logrado reducir los índices de pobreza a la mitad. “Esto es uno de los mejores desempeños de toda la región latinoamericana. Ahora también hay que decir que el ritmo de reducción de la pobreza no ha sido el mismo a lo largo del periodo”, reconoció el experto.

Detalló que durante los primeros años, la pobreza caía más rápido y esto se debió sobre todo al crecimiento económico que era más alto (entre 2004 y 2014 favorecido por el boom de los comodities). “Sin embargo, igual que en el resto de la región latinoamericana, la pobreza en los últimos 10 años ha venido reduciéndose a un ritmo más lento”.

Detalló que en la región el crecimiento económico se volvió más lento y que el desafío es cómo conseguir aumentar el crecimiento económico y mejorar también las políticas dedicadas a reducir la exclusión.

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Crecimiento no es suficiente

Al respecto de Paraguay que mantiene un crecimiento económico por encima del promedio regional, enfrenta algunos desafíos importante para que ese crecimiento no se vea solo en la macro economía, sino que ella permee a toda la cadena y a toda a población.

“Toda la región latinoamericana tiene tareas por hacer, sobre todo para mejorar el crecimiento en el largo plazo, que está muy anclado al desempeño en el capital humano. Si las nuevas generaciones no están desarrollando su capital humano, su potencialidad a plenitud, va a ser muy difícil que en el largo plazo tengamos altas tasas de crecimiento económico”, afirmó el experto.

Otra tarea importante de los gobiernos para que el desarrollo llegue todos es en relación a la eficiencia en a gestión, en cuanto a la eficiencia del gasto. “Reducir las ineficiencias en el gasto, mejorar la focalización, son algunas de las políticas que ya han sido exitosas en ayudar a reducir la pobreza” apuntó.

Por otra parte, Eliano Rubiano detalló que hoy las agendas para reducir la pobreza son más complejas, por lo que requieren de una multiplicidad de intervenciones. “En este proceso de reducción de pobreza, el país ha enfrentado varios choques externos como una pandemia, presiones inflacionarias internacionales y además una serie de sequías y en general, Paraguay ha logrado contener lo que podría haber sido mucho pero en términos de aumento de pobreza que vimos en países vecinos.

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Áreas de oportunidad

La experta identificó áreas de oportunidad que son claves en este proceso de lucha contra la pobreza y sobre los cuales basan algunas recomendaciones:

Detalló que la inversión en capital humano es clave y en ese sentido añadió que la mejora de la calidad educativa y el acceso equitativo a la educación son fundamentales para el futuro de Paraguay.

Generación de empleos de calidad, apoyo a las Mipymes, fomentar la innovación y atraer inversiones en sectores estratégicos que puedan generar empleos con mejores salarios y beneficios. Fortalecimiento del sistema fiscal y aumentar la resiliencia climática. Se estima que un 25% de la población está en riesgo de sufrir inundaciones, mientras que un 40% está expuesto a eventos de calor extremo. Las medidas de prevención son esenciales para reducir esta vulnerabilidad.