Casas ‘fantasmas’ aumentan tras ola migratoria en Tungurahua

Familias enteras salen en busca del ‘sueño americano’, sus viviendas se quedan en el abandono o al cuidado de familiares o amigos.

La ola migratoria de ecuatorianos a los Estados Unidos deja su huella en diferentes comunidades de Tungurahua.

Comunidades con pocos jóvenes, familias enteras que han salido del país en busca de nuevas oportunidades e incluso el abandono de casas y propiedades es visible en varios sectores.

La preocupación de los moradores y dirigentes comunitarios crece al ver el incremento de familias que salen de sus terruños.

Realidad

Las lágrimas surgen sin mayor esfuerzo, la tristeza se siente en el aire. Solo quedan recuerdos de una familia unida.

“Solo espero que les vaya bien y ruego a la ‘virgencita’ que no les pase nada. Ojalá pueda verlos antes de que muera”, comentó Angelita P., de 67 años, quien asegura que sus tres hijos con sus familias salieron en busca del ‘sueño americano’.

A decir de Angelita ella quedó al cuidado de las casas que aquí tenían sus dos hijos. “El último no tenía casa, vivía conmigo y viendo que no había trabajo se fue ya hace un año”, comentó.

En las diferentes comunidades de Ambatillo Alto, al noroeste de Ambato, en Tungurahua, no es difícil encontrar testimonios de quienes esperan noticias de sus familiares en el extranjero. Situación similar se vive en Pasa y Quisapincha.

Las casas y terrenos que quedaron en el abandono o al cuidado de familiares o adultos mayores, de a poco se deterioran por la soledad.

Luis Ernesto Chuncha, dirigente de la comunidad de Manzanapamba en Ambatillo, aseguró que es triste ver como familias, amigos y vecinos tienen que salir por la crisis económica.

Según el dirigente el 20 de diciembre que asumieron funciones en el cabildo contaba con un registro de 770 jefes de hogar, pero al corte 30 de mayo se pudo evidenciar que salieron de la comunidad alrededor de 270 familias.

Chuncha aseguró que los dirigentes están pendientes de la situación que se vive en la comunidad, es por ello que hacen el seguimiento y conocen que todas las personas han llegado a su destino.

“Una chica, por ejemplo, llegará esta tarde (miércoles 2 de junio) después de cuatro meses que salió de la comunidad”, comentó.

Labor comunitaria

Según informó el Dirigente en las comunidades hay varias propiedades abandonadas, es por ello que se han organizado brigadas de seguridad.

Estos grupos desarrollan rondas nocturnas que resguardan todos los sectores a fin de que no existan robos de estas propiedades, y a la par reducir el abigeato, lo cual ha dado resultado, puesto que no se registran casos.