César Augusto Méndez Chirinos recibió el Sagrado Sacramento de la Comunión

El pasado sábado, 96 niños pertenecientes a la parroquia La Inmaculada Concepción, ubicada en la urbanización La Barraca, de Maracay recibieron por primera vez el Sagrado Sacramento de la Comunión.

En compañía de familiares y amigos cercanos, congregados en el templo, los niños, niñas y adolescentes tuvieron el privilegio de tomar el Cuerpo y la Sangre de Jesús por vez inicial en sus vidas, algo que los acerca más al Salvador del mundo y a la religión católica.

Resalta la labor del grupo de catequistas, en especial el integrado por Carlina Roldán, Jesscarina Roldán y Yuraima Molina, que durante un año se esmeró en la formación del grupo de primocomulgantes provenientes de las comunidades de la urbanización La Maracaya.

Precisamente de La Maracaya, el niño César Augusto Méndez Chirinos, hijo de César Méndez Campero, coordinador de información de El Periodiquito, fue uno de los que cumplió con uno de los Sacramentos más importantes del catolicismo. De la capilla Jesús de la Divina Misericordia de esta comunidad, 14 niños hicieron la Primera Comunión.

Fue el presbítero Valentín Duerto, párroco de la iglesia La Inmaculada Concepción, el encargado de proporcionar a los pequeños la Primera Comunión en una hermosa celebración eclesiástica.

Es de destacar, que ayer, los primocomulgantes de la capilla Jesús de la Divina Misericordia, celebraron con el presbítero Duerto, la misa de la perseverancia, en la que nuevamente comulgaron y posteriormente realizaron un ameno compartir en las instalaciones del parque San José de la urbanización La Maracaya.

En medio del júbilo por los pequeñines que hicieron la Primera Comunión, el sacerdote Valentín Duerto reflexionó en torno al reto que constituye el cómo hacer para mantener a estos niños vinculados a la iglesia y que no se “pierdan” hasta que les toque prepararse para la Confirmación. Por lo pronto, todo es felicidad y gozo, después de haber recibido a Nuestro Señor Jesucristo en sus vidas y estar listos para hacerse amigos de Él por el resto de sus existencias.