Los arrecifes de coral, que atraen a turistas al litoral nordeste de Brasil, también funcionan como barreras clave contra el embate marino en numerosas ciudades de la zona.
Un estudio innovador de la Fundación Grupo Boticário revela que estas simples estructuras naturales cercanas a continentes e islas previenen daños en infraestructuras urbanas por valor de R$ 160.000 millones, al disminuir la intensidad y altura de las olas costeras.
El valor se estimó considerando los posibles daños que resacas y tormentas ocasionarían a infraestructuras como edificios, viviendas, industrias, puertos y vías de comunicación, en ausencia de arrecifes de coral que atenúen las olas más intensas.
Cuatro ciudades sirvieron como base para el cálculo (Recife e Ipojuca en Pernambuco; Maragogi y São Miguel dos Milagres en Alagoas). Los valores obtenidos se extrapolaron a otros municipios protegidos por arrecifes.
Las urbes costeras desprovistas de arrecifes coralinos, como Santos o Río de Janeiro, encaran la devastación de infraestructuras litorales ante el embate de olas intensificadas.
Turismo
“Ya se sabe que los arrecifes de coral brindan múltiples servicios, como la protección costera y el impulso turístico. Nuestro estudio permitió cuantificar su valor real. Todo ese patrimonio, ya sea cultural, público o privado, es resguardado continuamente por los arrecifes de coral”, señala la bióloga marina Janaína Bumbeer, líder del proyecto en la Fundación Boticário.
Además de prevenir daños multimillonarios, los 170 km² de arrecifes de coral en el Nordeste brasileño podrían generar anualmente ingresos por R$ 7.000 millones, gracias a actividades turísticas como el buceo y paseos en barco.
El análisis examinó los ingresos de destinos turísticos con arrecifes en Maragogi, São Miguel dos Milagres, Ipojuca (en Porto de Galinhas), Caravelas (donde se ubica el archipiélago de Abrolhos) y Fernando de Noronha. El estudio también identificó municipios con potencial turístico en formaciones costeras aún sin explotar.
Amenazas
Agência Brasil visitó la costa de Pernambuco entre el 24 y el 26 de octubre y verificó algunas de las amenazas al ecosistema local, como los turistas que pisotean los arrecifes y se agolpan en las piscinas naturales, la basura que dejan estos turistas y flota entre los corales, las controvertidas construcciones cercanas al mar y el agua sucia que fluye de los ríos al océano.
“En Praia dos Carneiros [Tamandaré], derribaron todas las restingas y construyeron un montón de edificios”, dice Mauro Maida, profesor del Departamento de Oceanografía de la Universidad Federal de Pernambuco (UFPE).
De acuerdo con Maida, los corales presentan un ritmo de crecimiento bastante lento, aproximadamente de unos cuantos milímetros anuales, razón por la cual se requieren décadas para constituir una colonia extensa.
“Los arrecifes se erosionan naturalmente. El arrecife es un equilibrio de construcción y erosión. Si no hay coral, no hay construcción [de arrecifes]. En cambio, si solo hay erosión, el arrecife retrocederá y una marea de 2,5 metros, como la que tenemos en el estado, avanzará y provocará la erosión costera.”
La bióloga Gislaine Lima, de la organización no gubernamental Projeto de Conservação Recifal (Proyecto de Conservación del Arrecife), explica que la capital de Pernambuco, por ejemplo, ha sufrido mucho con la expansión urbanística de su frente costero en las últimas décadas, con la construcción de cientos de edificios.
“Hace 50 ó 60 años, teníamos tres edificios aquí [en Boa Viagem]. Era una zona de casas de vacaciones para la gente más rica de Recife y un pueblo de pescadores”, explica Gislaine. “Toda esta construcción aumenta el encenagamiento”.
Soluciones
Para preservar la salud de los arrecifes de coral y asegurar que continúen protegiendo la costa y promoviendo los ingresos de las localidades que dependen del turismo costero, el estudio propone algunas acciones, tales como asignar fondos públicos a las unidades de conservación, establecer tarifas para la preservación del litoral, monitorear la salud de los arrecifes y fomentar el turismo sostenible.
“Los arrecifes de coral pueden aprovecharse mejor de manera positiva, no de manera depredadora que perjudicará aún más los corales. Por eso es curcial invertir en turismo sostenible y turismo comunitario, involucrando a las comunidades locales; bien como en ciencia ciudadana y turismo regenerativo, en el cual la gente forma parte del proceso de ayudar a restaurar ese ambiente”, expone Janaína Bumbeer.
En un comunicado, la Secretaría de Estado de Medio Ambiente de Pernambuco declara que los arrecifes de coral son uno de los principales ecosistemas marinos del estado y que en la actualidad hay diez proyectos enfocados directamente en su conservación, como los planes para combatir la basura en el mar y las especies invasoras, y la implementación de regulaciones y áreas para el turismo náutico y la pesca.
Además, la secretaría indicó que está llevando a cabo acciones que, “de manera transversal, están favoreciendo a los arrecifes de coral, como la Política Estatal de Residuos Sólidos, que incluye capacitar a todos los municipios del estado para manejar sus residuos sólidos, líquidos y desechos”.
*El equipo de Agência Brasil viajó por invitación de la Fundación Grupo Boticário.
Fuente de esta noticia: https://agenciabrasil.ebc.com.br/es/geral/noticia/2023-11/arrecifes-de-coral-evitan-perdidas-por-r-160-mm-al-nordeste-brasileno