Entrevistado en el programa Fuego Cruzado emitido por el canal GEN, el mismo remarcó que el operativo Veneratio fue un campo de batalla que a su vez dejó muchos elementos para realizar el tipo de extracciones de los centros penitenciarios.

“Como señalamos antes, de entre el 95 al 97 por ciento de los hechos criminales, se generan desde los centros penitenciarios, dentro del proceso nos percatamos que gran parte salían de las cárceles. A partir de ahí se rrealizaron inteligencias en la Policía, en los militares y en el Ministerio de Justicia. Así se llegó a coordinar las tareas para el operativo Veneratio. Ese fue un desafío, un modelo para empezar a trabajar de forma coodinada”, indicó.

Cardozo rememoró que con esa metodología, se llegó a la aplicación del plan Veneratio, que tuvo como resultado el desmantelamiento de la banda liderada por Armando Javier Rotela.

“Llegamos en pocas horas al centro (del penal de Tacumbú), en donde hubo lecciones aprendidas, cuáles fueron los inconvenientes, qué errores tuvimos, que fueron mínimos y superficiales”, acotó.

El comisario Cardozo apuntó que una de las características del escenario criminal actual es la alta presencia de delincuentes brasileños, que comandan acciones. “Si bien la zona de Amambay tuvo un repunte importante de muertes por encargo, nos dimos cuenta que la mayoría son criminales de origen importados, como el PCC, Comando Vermelho, gran parte son de Brasil y el problema eran ellos”, manifestó.

El jefe policial puso la nota sobra la alta capacidad que tienen los criminales en las cárceles para organizarse y emitir planes de golpes que se cometen afuera.

“Una de las caracteristicas del PCC y otros grupos es que operan más dentro de las cárceles, incluso tienen proceso de iniciación o bautismo. Cuentan con estructuras muy bien organizadas, hay un PCC brasileño, PCC paraguayo, el clan Rotela. Y la urgencia de extirpar ese cáncer ahora, es donde Brasil juega un papel destacado” , añadió.

En el operativo Joapy, expresó Cardozo, fue clave el intercambio de inteligencia con la policía brasileña, con la que se cotejaron datos de presos de esa nacionalidad que estaban en penitenciarías de nuestro país. “En todo se hizo trabajo de inteligencia , los brasileños que teníamos en las cárceles eran de importancia, gente con ocho a nueve años (de condena) acá pero que en Brasil tenían treinta y cuarenta años, nos enteramos después”, subrayó.

Finalmente, el comisario dijo que tras Veneratio, el Estado paraguayo recuperó el 100% del control de las reclusorios. Pero que la lucha no para allí, ya que se preparan para hacer frente a eventuales brotes que puedan surgir de vuelta.

“El estado retomó 100% el control , para marcar la línea de trabajo dentro de los centros penitenciarios, y no hubo intención de los reclusos de poder amotinarse. No se filtró la información. Por cuestiones de seguridad no se tenía que divulgar la operación Joapy, que es un empalme de Veneratio, un enlace”, concluyó.

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