En efecto, el precio del tomate volvió a dispararse por las nubes, después de verificar “amagues” de reducción que lo ubicaron por debajo de los 10.000 guaraníes por kilo.

En supermercados de la capital, el tomate, considerado el producto “indispensable” para comidas habituales, alcanzó niveles por encima de 20.000 guaraníes por cada kilo.

La explicación que dan desde las cadenas supermercadistas señala el precio alto que tiene las compras en finca. Sin embargo, desde el grupo primario del circuito, mencionan que los precios no han subido de manera significativa, al menos para que llegue a esa escala.

Otros productos claves de la gastronomía popular, la cebolla y la papa, también experimentan altos precios en la mayoría de las cadenas de supermercados.

A los factores utilizados por comerciantes para explicar los saltos de precios, se suma ahora la diferencia de costos de productos entre nuestro país y la Argentina. En la actualidad, la “invasión” de compradores se da manera inversa, ya que de los miles de paraguayos que cruzaban la frontera para comprar con precios convenientes, ahora son los argentinos que hacen lo propio, por los precios menores que (para ellos) hay en Paraguay.

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