Según datos de la consultora Datafolha, el 62% del electorado rechaza la gestión de la mandataria, reelegida hace menos de tres meses. Sólo Collor de Mello tuvo peor imagen en 1992, cuando fue destituido.
Con menos de tres meses de su segunda mandato, la presidente de Brasil Dilma Rousseff registró el peor índice de desaprobación desde septiembre de 1992, víspera de la destitución del por entonces presidente Fernando Collor de Mello.
Según datos aportados por Datafolha, el 62% de los brasileños califican la gestión de la jefe de Estado como “mala” o “muy mala”. Hace 22 años, con Collor de Mello en el poder, la desaprobación alcanzó el 68 por ciento.
En apenas un mes, la imagen de Dilma cayó 18 puntos. En esos 30 días, la economía acentuó su inestabilidad, el real cayó a los niveles más bajos de los últimos años, y los escándalos de corrupción en Petrobras llevaron a millones de personas a manifestarse el domingo pasado en más de 65 ciudades del país.
Apenas un 13% de los 2.842 encuestados por Datafolha calificaron “buena” o “excelente” la gestión de la presidente brasileña, consigna Folha do Sao Paulo.
Las mayores tasas de desaprobación se registraron en el medio-oeste (75%) y Sudeste (66%), en los municipios con más de 200.000 habitantes (66%), y entre los votantes de escuela secundaria (66%).
En el norte del país –el menos poblado-, en tanto, estuvo el mayor índice de aprobación, con un 21 por ciento.
Los encuestados valoraron aún peor el desempeño del Congreso brasileño. Sólo el 9% considera “bueno” o “excelente” su desempeño.
Para el 50% de la población, la consideración de los legisladores es “mala” o “muy mala”.
Infobae
Foto: EFE