Vélez manifestó que se apartaba del cargo “con profundo respeto por la institucionalidad”, para “evitar que las investigaciones en su contra interfieran con el Gobierno.
La ministra de Minas y Energía de Colombia, Irene Vélez, renunció este miércoles a su cargo, según comunicó en sus redes sociales, en medio de señalamientos de supuesto tráfico de influencias.
En un extenso comunicado que publicó en su cuenta de Twitter, Vélez agradeció al presidente Gustavo Petro por su confianza y presentó una lista con 35 puntos que fueron logrados en su gestión, que duró 11 meses.
“Hoy, aunque la tarea no la damos por culminada, con profundo respeto por la institucionalidad decido apartarme del cargo para evitar que las investigaciones en mi contra interfieran con la ejecución del programa de Gobierno”, escribió.
Vélez agregó que estará “siempre presta a responder a las autoridades cuando así la requieran”.
En el texto, aseveró que “nadie dijo que el cambio sería fácil” y manifestó que los ataques y burlas en su contra no lograrán que se distraiga “de lo importante”, ni la harán claudicar.
“Han buscado desmoralizamos y deslegitimarnos para evitar que cambiemos las estructuras de poder dominante y rompamos los círculos excluyentes de acumulación que nos han sumido en la pobreza y en la violencia”, escribió.
Petro acepta la renuncia
El mandatario colombiano, Gustavo Petro, publicó un trino donde aceptó la renuncia de la integrante de su gabinete y afirmó que salía del cargo “sin que se haya perdido un peso“, “con adelanto importante en las tareas normativas para la transición energética” y “con la elaboración del nuevo Código de Minas”.
“En su administración comenzaron a ser realidad las comunidades energéticas y su retiro voluntario se debe a hechos anteriores a mi Gobierno”, expresó.
Durante la gestión de Vélez, el presidente colombiano salió varias veces a defenderla ante los duros ataques en su contra por parte de la oposición, que cuestionaba su preparación para asumir esa responsabilidad.
Al anunciar su nombramiento, el mandatario colombiano la definió como “una mujer con amplia experiencia en el sector ambiental” que tendría “la ardua tarea de liderar la transición hacia una economía no extractivista“, una de las principales y controvertidas propuestas de su Administración.
¿Por qué dejó el cargo?
Los medios colombianos informaron sobre la apertura de una investigación preliminar por parte de la Fiscalía contra Vélez por supuesto tráfico de influencias.
La indagación busca determinar si la salida de su hijo, que es menor de edad, se realizó de forma irregular luego de que presuntamente la exfuncionaria pidiera que Migración autorizara su salida del país, a pesar de no tener todos los requisitos legales, recoge El Colombiano.
El hecho, que está siendo investigado, habría ocurrido en enero pasado cuando supuestamente la titular de Minas y Energía le habría solicitado a un funcionario de Migración que permitiera la salida de su hijo de Colombia con destino Europa, donde se encontraba en un viaje presidencial. Por ello, se le señala de presuntamente haber usado su cargo de forma indebida para resolver asuntos de índole personal.
En la redes, se difundió la denuncia en contra de Vélez, hecha por el abogado uribista Daniel F. Briceño. Ante esto, el jurista Miguel Ángel del Río, que ha sido parte de la defensa en los casos donde se han involucrado a dirigentes del Pacto Histórico, respondió: “No hay delito y usted sí podría incurrir en falsa denuncia“.
El supuesto conflicto de intereses
La prensa colombiana también ha hecho referencia a la supuesta contratación de su esposo, el documentalista neerlandés Sjoerd van Grootheest, para que realizara una estrategia comunicacional sobre la sustitución de cultivos ilícitos.
El también antropólogo obtuvo un contrato por 129 millones de pesos (unos 31.000 dólares) del Fondo Colombia en Paz, surgido tras el Acuerdo de paz de 2016 y adscrito a la Presidencia de Colombia.
En un tuit, Briceño, a modo de prueba, afirmó que ya Sjoerd Van Grootheest había obtenido seis contratos con la Universidad del Valle mientras Vélez era profesora, pero no titular de Minas y Energía.
Ante estas acusaciones, Vélez afirmó en un tuit que “no hay ninguna irregularidad, ilegalidad o conflicto de intereses en cuanto al proceso contractual y de actividades” de su pareja.
En la declaración de conflictos de interés de 2022, que deben llenar de manera obligatoria los funcionarios públicos, Vélez dijo que Van Grootheest era su esposo. No obstante, en la publicada en junio pasado, afirmaba que no tenía pareja permanente.
Ante esto, la también la doctora en Geografía Política por la Universidad de Copenhague aseguró que esa información había aparecido por un “error de digitación” que ya había sido corregido.
“Las actividades que ejerce mi esposo no son nuevas, las ejecuta desde hace años y su trabajo es reconocido. No hay ninguna relación entre sus actividades y mis funciones“, agregó.
Una gestión atacada
Mientras estuvo al frente de la cartera de Minas y Energía, Vélez recibió feroces ataques de los sectores opositores. Desde un inicio, sin que su gestión hubiera comenzado, se cuestionó su género y su preparación para asumir esa responsabilidad, puesto que venía de la academia y no de la administración pública ni del sector petrolero.
Sobre ella recayó el rechazo a la propuesta presidencial de una “transición energética” no extractivista, ante el escepticismo de los grupos relacionados con la industria petrolera y las empresas transnacionales de explotación de recursos minerales y energéticos.
En un debate sobre el tema de la transición energética en el Congreso, los partidos opositores cargaron contra la ministra y la mayoría de los discursos apuntaban a que había causado graves daños al país y un “tsunami económico”.
El asunto escaló de manera tal que incluso el uso de zapatos deportivos generó malestar entre los sectores más conservadores que reprocharon que no cumpliera con los códigos de etiqueta tradicionales. A partir de esto, Vélez llevó calzado deportivo como su símbolo a los eventos públicos.
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