La supervivencia de la Amazonía se ha convertido en uno de los compromisos asumidos para acelerar la Agenda 2030, el pacto entre los 193 Estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por el Desarrollo Sostenible. Para ello, se anunció el jueves (14), durante la edición de este año del Pacto Mundial de la ONU en Brasil, en Nueva York, el Movimiento Impacto Amazonía.

La iniciativa pone de manifiesto la necesidad de inversiones y políticas destinadas a preservar la selva, valorar y proteger los pueblos y territorios tradicionales de la región y alinear la tecnología con la sostenibilidad.

Este es el primer movimiento del Pacto Mundial de la ONU en Brasil que se centra específicamente en la región amazónica, y con un enfoque en los compromisos públicos asumidos por las empresas del sector público y privado para impulsar el desarrollo sostenible de la Amazonía.

Según la encuesta realizada en septiembre con 160 empresas participantes en el Pacto Mundial de la ONU en Brasil, el 58,54% de las compañías brasileñas ya analizaron los riesgos de sus operaciones ante la crisis climática. Sin embargo, el 79,72% afirmó no haber analizado los impactos de la cadena de suministro respecto a la deforestación de la Amazonía.

El estudio también muestra que el 64,63% de las empresas no incluyen compromisos de no deforestar la Amazonía en sus contratos con proveedores.

Según la ONU, centrarse en preservar y combatir la deforestación es una de las formas de alcanzar directamente otros compromisos de la Agenda 2030, como la acción por el clima, el consumo y la producción responsables, y la agricultura sostenible, por ejemplo.

Carlo Pereira, director general del Pacto Mundial de la ONU en Brasil, hizo hincapié en la importancia de adoptar medidas urgentes para preservar y mantener sostenible la Amazonía. Para él, es urgente actuar antes de que la selva llegue a un punto en el que su existencia y el equilibrio ecológico del mundo ya no sean posibles.

“La floresta está pasando por un proceso similar a la sabanización, lo que sería una catástrofe no sólo para Brasil, sino para el mundo”, afirmó. “La Amazonía es muy responsable del equilibrio climático. Por eso, ahora con datos y hechos, toda la atención internacional se centra en la Amazonía”, añadió.

Acción empresarial

Las compañías Eletrobrás y Ambipar son embajadoras del Movimento Impacto Amazonía, el proyecto destinado a preservar la Amazonía. Hasta el final del primer semestre de 2024, el Banco do Brasil también tiene previsto invertir R$ 23 mil millones en la financiación de acciones dirigidas a cuestiones climáticas, como las energías renovables, la eficiencia energética y la recuperación del medio ambiente.

El Banco viene trabajando a favor de una economía baja en carbono, en consonancia con los objetivos fijados para la Agenda 2030 y los principios del pacto mundial, el cual abarca cuestiones como los derechos humanos, el trabajo, el medio ambiente y la lucha contra la corrupción.

Organizaciones de la sociedad civil también han suscrito los objetivos del pacto. El Ministerio Público Federal, por ejemplo, formará grupos de trabajo para ayudar a desarrollar soluciones a problemas críticos de la Amazonía.

Participación social

Repensar las políticas empresariales y el comportamiento de la sociedad en su conjunto es urgente y una de las principales preocupaciones del Pacto Mundial de la ONU. Rachel Maia, presidenta de la Junta Directiva Global de la ONU en Brasil, afirma que, más que promover el cambio, es necesaria una transformación no sólo entre las grandes empresas, sino entre cada individuo.

“La sostenibilidad corporativa no se aplica al tamaño de la empresa. Eso es un error. Se aplica al individuo. El Pacto Mundial de la ONU es para todos. Ese es el gran mensaje. La ONU tiene la gran responsabilidad de difundir el mensaje de que nadie deja a nadie atrás. Ese fue el gran acuerdo de la agenda 2030. Con eso en mente, miramos a todos, desde a quienes están en los barrios marginales hasta a los de las mansiones”, dijo Rachel.

Marcha atrás

La Agenda 2030 nació en 2000 a partir de otro pacto: la Agenda del Milenio. En aquel momento, los 193 países miembros de la ONU firmaron el Pacto Mundial centrado en prácticas empresariales responsables. Hoy en día, el Pacto Mundial de la ONU es la mayor iniciativa de sostenibilidad empresarial del mundo, y abarca 162 países.

Carlo Pereira evalúa que el pacto no avanza bien y que en Brasil ha habido retrocesos causados por “crisis financieras, grandes guerras, pandemias y varios otros aspectos”.

Para paliar sus efectos, el Secretariado General de la ONU ha estado reuniendo a todos los gobiernos del mundo, y en paralelo a la sociedad civil y grandes empresas, de modo que la Agenda pueda retomar su curso y acelerarse.

*La periodista viajó por invitación del Banco do Brasil