«Hoy aprendí a hacer RCP y cómo cuidar a la gente», expresó entusiasmado Mateo. «Cuando cuidamos a nuestro corazón nunca nos debe faltar la comida, tener buena salud, protegernos de todo mal y hacer deportes. Aprendí a hacer RCP para ayudar a alguien cuando tiene algún problema o necesita ayuda, como cuando no está respirando «.

Mateo explicó el procedimiento de RCP de manera sencilla pero efectiva. «Cuando tengas que ayudar a alguien, primero debes hacerle preguntas», dijo. «Debes preguntarles: ‘¿Qué tienes?’. Si la persona no está consciente de lo que está pasando, entonces puedes verificar si tiene pulso y si está respirando. Si no responde o no hace nada, debes preparar tus manos y colocarlas en el medio del pecho de la persona. Luego, haces compresiones unas 30 veces y esperas dos segundos antes de repetir. Continúas haciendo compresiones hasta que la persona reaccione o hasta que llegue la ambulancia» dijo el jovencito.

El entusiasmo de Mateo por aprender estas habilidades vitales era evidente en sus palabras. «Me encantó», exclamó. «Ahora sé cómo cuidarme y protegerme. Sé qué hacer si me pasa algo, y eso me hace sentir más seguro».

Por su parte Isabela, también estudiante de quinto muy entusiasmada por la capacitación adquirida, compartió sus valiosas lecciones aprendidas sobre cómo abordar situaciones de emergencia y la importancia de la comunicación en cuentos momentos cruciales.

La joven Isabela resaltó que cuando nos encontramos con una persona que necesita ayuda, no basta con intervenir de inmediato.

«Aprendí que cuando hay una persona que necesita ayuda y la vemos, no solamente hay que ayudar, sino que hay que preguntarle si nos escucha. Y después, hay que ver si le sentimos el pulso. Y si no sentimos el pulso, entonces hay que realizar la RCP en el pecho» dijo Isabela.

Cuando se le preguntó sobre cómo se sentía al ver imágenes de RCP mal ejecutadas, Isabela compartió sus emociones honestamente. «Sentí miedo», expresó. La reacción de Isabela ilustra la importancia de la formación adecuada y la práctica en situaciones de emergencia. Saber cómo responder eficazmente a una emergencia puede ayudar a reducir la ansiedad y el miedo que puedan surgir en tales momentos.

Por último, Claudia Alejandra Cabrera, maestra de quinto grado de la Escuela 826, compartió su entusiasmo y gratitud por la capacitación en Reanimación Cardiopulmonar (RCP) que recibió junto con sus alumnos.

«Realmente, la capacitación nos deja mucho», afirmó la maestra Claudia Alejandra Cabrera. «Nos enseña, nos llevamos un bagaje de aprendizajes sumamente valiosos porque, tal como lo explicó el profesor, esto nos puede pasar a cualquiera. Si bien las imágenes a veces son un poco fuertes, está bien que nuestros niños vean la realidad y puedan estar preparados. En caso de que tuvieran que ser actores de ayuda, puedan hacerlo y que no teman», remarcó.

Además, expresó su entusiasmo por la formación en RCP y cómo beneficia a los docentes. «Me encantó», dijo. «Nos sirve muchísimo como docentes para también desarrollar esto y ser agentes multiplicadores, no solo dentro del contexto educativo, sino también con la comunidad en general, con nuestra familia, nuestro barrio».

La maestra Cabrera resaltó la importancia de que estas capacitaciones se extiendan más allá de las aulas. «Así que felicito y estímulo a que sigan generando este tipo de trabajos de concientización», expresó. «Nada más ni nada menos que tiene que ver con salvar vidas. Esta técnica de RCP es sumamente valiosa para todos, así que estoy agradecida desde la institución».

RCP: la maniobra que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte

Martínez Fabián, instructor certificado en Reanimación Cardiopulmonar (RCP) y primeros auxilios, destacó las claves fundamentales para enfrentar situaciones de paro cardiorrespiratorio y cómo actuar de manera efectiva hasta que llegue la ayuda médica. El RCP, una maniobra crucial, puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte en una emergencia de este tipo.

Martínez Fabián explicó que la RCP es esencial cuando una persona deja de respirar, ya que se encarga de suplir la función del corazón, asegurando que la sangre con oxígeno continúe circulando y llegue a los órganos vitales. Esta maniobra, junto con la activación de la «cadena de supervivencia», es un paso fundamental para aumentar las posibilidades de supervivencia en un evento de paro cardiorrespiratorio.

En Argentina, los números de emergencia a los que debemos llamar son el 911 y el 107, dijo. Y agregó “reconocer si una persona está experimentando una parada cardiorrespiratoria es crucial”.

Claves para saber si una persona necesita RCP

En este sentido, Martínez detalló los tres componentes claves para saber esto: la persona no está respirando, está inconsciente y no tiene pulso. Estos signos indican la necesidad de iniciar la RCP de inmediato.

El instructor también subrayó la importancia de recordar el acrónimo «VOS», que significa «Ver, oír, sentir». Es esencial corroborar que la persona está inconsciente y no responde antes de iniciar la RCP. Además, explicó la ubicación precisa de las manos para realizar las compresiones: ligeramente por encima del esternón, ya que el corazón se encuentra en esa zona central del cuerpo.

Por otra parte, dijo que un ciclo de RCP consta de 30 compresiones antes de verificar nuevamente los signos de vida. En total, se deben realizar cinco ciclos antes de reevaluar la situación. Martínez Fabián destacó que esta técnica puede hacer la diferencia, y si la persona recupera la conciencia o llega ayuda médica, se debe cesar la RCP.

Por último, Martinez explicó que la diferencia entre el RCP en adultos, niños y bebés, es la fuerza que utilizamos. En caso de los primeros, se debe utilizar ambas manos, y mucha fuerza, mientras que en el segundo caso, se debe utilizar una mano y disminuir la fuerza, y en el último caso solamente se utilizarán dos dedos para realizar las compresiones.