El sistema aportado por la OTAN y Estados Unidos es una de las preocupaciones del ejército ruso a la hora de avanzar en territorio enemigo.

La guerra entre Rusia y Ucrania se libra en varios frentes, pero las ofensivas aéreas fueron la táctica más usada por ambos ejércitos desde el comienzo del conflicto. La OTAN, sin inmiscuirse en el conflicto, dotó a la defensa ucraniana del escudo antimisiles Patriot y hoy representa un recurso fundamental para Kiev.

En DEF te contamos cómo funcionan las baterías Patriot y por qué se convirtieron rápidamente en un objetivo a destruir por Rusia.

Un sistema de escudo antimisiles made in Occidente

El escudo de misiles Patriot, conocido militarmente como MIM-104 Patriot, es un sistema de misiles tierra-aire (SAM) desarrollado por la empresa estadounidense Raytheon en 1969 y utilizado por primera vez en combate en 1981.

Debe su nombre a la denominación técnica “Phased Array Tracking Radar to Intercept on Target”, Patriot por sus siglas en inglés, y que traducido al español significa “radar de seguimiento de matriz en fase para interceptar el objetivo”.

Los Patriots tienen la capacidad de interceptar aviones militares, misiles balísticos y misiles crucero.

Los cinco elementos que componen el sistema Patriot

1. radar capaz de detectar hasta 100 blancos en simultáneo
2. centro de control
3. suministro de energía asociado
4. torres de comunicaciones interconectadas
5. lanzadores sobre los camiones

Cada batería se compone de seis vehículos-lanzadores capaces de transportar cuatro misiles cada uno, 16 en el caso del último modelo PAC-3.

Las baterías utilizan el sistema de guía Track-vía-Missile, cuyo alcance efectivo inicial era de unos 70 kilómetros y las últimas actualizaciones pueden interceptar objetivos a 160 km.

El sistema estadounidense Patriot se exportó a 18 países como Israel, Alemania, Holanda, Bélgica y España. Antes de Ucrania, este desarrollo tuvo su prueba de fuego en distintos conflictos como la Guerra del Golfo y la Guerra en Irak, donde entró en servicio el PAC-3.

Rendimiento en guerra y posteriores actualizaciones

Durante la Guerra del Golfo, el rol de los Patriots era interceptar los misiles Scud o Al Hussein lanzados por Irak sobre Israel y Arabia Saudí. El 18 de julio de 1991 el sistema de misiles tierra-aire tuvo su primera intervención en una guerra.

Al principio del conflicto, se hablaba que el porcentaje de aciertos se ubicaban en un 70% en Israel y 40% en Arabia Saudita. Tras varias testificaciones ante un comité del Congreso estadounidense, se comprobó que los Patriot finalmente acertaban entre un 25% y un 33% de sus objetivos.

Con el tiempo, las mejoras llegaron con el desarrollo de nuevos misiles y su valoración cambió. El PAC-2 mejoró su capacidad de explosión y añadió la función de corrección de vuelo. Esta nueva característica resultó ser fundamental para poder ajustar la trayectoria y alcanzar más objetivos.

El PAC-3, la última actualización del MIM-104 Patriot, utiliza la propia energía cinética para hacer detonar la cabeza del misil interceptado. Además, gracias a la reducción del tamaño de los misiles, las lanzaderas pueden llevar 16 misiles del tipo PAC-3 que pueden alcanzar una velocidad superior a Mach 5.

La implementación más importante fueron nuevos y más potentes motores que ampliaron el alcance de los cohetes hasta 300 kilómetros.

El MIM-104 Patriot y la guerra en Ucrania

Desde el 24 de febrero de 2022, las ciudades ucranianas fueron objeto de devastadores ataques con misiles rusos. La capacidad de la artillería moderna permite que Rusia pueda atacar territorio enemigo sin entrar en su territorio ni poner en riesgo a sus recursos. En respuesta, Estados Unidos y la OTAN aportaron en 2023 los Patriots a la resistencia de Kiev.

El alto coste de los misiles que utiliza este sistema tierra-aire limitó el suministro de la Alianza Atlántica. En enero de 2024, se estimó que el envío de mil cohetes equivaldría a aproximadamente 5.500 millones de dólares.

Sin embargo, desde su implementación en la guerra se evidencia un claro fortalecimiento de la defensa aérea de Ucrania ante los bombardeos. La perdida de efectividad de los bombardeos, hizo que Rusia se focalice en el combate terrestre, como pudo verse en las últimas semanas con la toma de Avdiivka y Lastochkyne.

Los éxitos de la ofensiva rusa llevaron a que el objetivo del mes de marzo sea el sistema Patriot. En lo que va del mes, Rusia destruyó dos lanzaderas PAC-2 en la región de Donestk, las primeras desde que los ucranianos recibieron el sistema tierra-aire.

Se estima que la pérdida de esta batería le costó 400 millones de dólares a Ucrania, monto que se suma a los misiles destruidosy al personal capacitado.

Este reperfilamiento de la estrategia del alto mando ruso podría afectar gravemente la defensa de Kiev y la voluntad de asistencia de OTAN. El presupuesto militar ucraniano es otro punto crítico, ya que depende estrechamente de la ayuda económica de sus aliados y podría verse limitado a la hora de recomponer el sistema Patriot.