POR CARLOS FAJARDO – X: Fastidiardo
PARA PRENSA MERCOSUR
El Colegio Médico de Bogotá y Cundinamarca @ColegioMedicoCB definitivamente adoptó el fácil camino de la tibieza.
Sus declaraciones parecen acercarse cada vez más a una defensa y difusión de los argumentos falaces y maquinaciones de las EPS y de los, ahora activos, ex ministros.
En un reciente comunicado firmado por la Presidenta de esa agremiación, la Doctora Clemencia Mayorga, médica pediatra, da a entender de forma abierta y sin ambages que quien quebró las EPS fue el gobierno del cambió “por tramitar una reforma” según ella “excluyente”, como si todo el proceso de negociación y concertación que se dio en el curso de este año y medio de gobierno fuera un espejismo, al igual que el esfuerzo continuo de muchos años de organizaciones médicas y de diferentes gremios de la salud realizando seguimiento crítico y generando propuestas de cambio para el actual régimen de salud de los colombianos impuesto por la nefasta ley 100 de Gaviria y Uribe.
Habla la Dra. Mayorga de la presunta “insuficiencia de la UPC”, acogiendo el argumento que han propalado las EPS y ACEMI para desviar la atención sobre sus evidentes fallas en el manejo de los recursos, las deudas impagables y los gastos en la construcción de infraestructura propia con recursos de todos, en el marco de la integración vertical y priorizando en esas mismas estructuras la atención de sus planes complementarios y prepagados como si, de ser cierta, ésta insuficiencia hubiera aparecido en los últimos 18 meses y no de manera progresiva y como consecuencia del despojo, apropiación ilícita y desviación de recursos entre otras cosas, para sostener las mencionadas integración vertical y planes prepagados …
Eso sin hablar de los ya conocidos campos de golf y los sueldos multimillonarios a sus funcionarios de élite con gastos de representación propios de un jeque.
¿Cómo hablar de insuficiencia de la UPC cuando ni siquiera se tienen datos precisos de auditoría del gasto de las EPS y es para todos evidente el favorecimiento tarifario, de flujo de caja y pagos para sus estructuras asistenciales propias, copiando el discurso falaz de ACEMI?
Se pone del lado de las nefastas y depredadoras EPS al ponerlas como víctimas de las decisiones del alto gobierno y no como consecuencia de su propia opacidad y deshonestidad en la gestión de los recursos y de la salud de los colombianos.
“Si grazna, se ve y camina como pato…”
La verdadera reglamentación de la Ley estatutaria, para evitar que siga siendo un canto a la bandera, un cadáver insepulto, una burla a las expectativas en salud de la ciudadanía, es la reforma que se tramita y que la oposición ha saboteado de todas las formas posibles.
No es copiando y ni difundiendo los argumentos engañosos de ACEMI y de los “ex ministros de salud” que permitieron y auparon el envilecimiento del sistema como se llega a concertaciones y se activan diálogos.
Las “entidades SIGLA” como la ACADEMIA NACIONAL DE MEDICINA (ANM) y algunos colegios médicos lo hacen, generando confusión y discordia entre ciudadanos y trabajadores de la salud, víctimas y testigos de la debacle anunciada del actual sistema, en vez de construir consensos a partir de información objetiva y no de propaganda y fake-news de EPS y sus politiqueros de bolsillo…
A diferencia de la verticalidad de otras entidades gremiales, el mensaje del Colegio Médico de Bogotá y Cundinamarca es ambiguo ante la marcha promovida por ACEMI, las EPS y los partidos que arruinaron el país y, aun así, se oponen con trampas y trucos al progreso de las reformas.
Aún hay tiempo para construir consensos, pero para tal efecto se necesita que haya no solo señalamientos de los unos hacia los otros, sino también una verdadera voluntad de cambiar las cosas para favorecer a la ciudadanía.
No desaprovechemos esta oportunidad.
A PROPOSITO DE EJECUCIONES Y DE MARCHAS
Todos los días sin falta, ellos puntualmente abren fuego contra personas indefensas, defensores de derechos humanos, líderes sociales, gente valiosa que se ha atrevido a hablar por los demás, a romper el temeroso silencio de los vulnerables, a ser la voz de los que no se atreven.
Pagan con su vida su osadía, sirven de ejemplo para que los otros sigan de rehenes del miedo o de la ignorancia, o de ese fatalismo cómodo que hace que tantos caminen sin mirar para otro lado, se limiten a sobrevivir mientras los privilegiados, amos de la violencia, medran.
Ellos no paran. Su guerra de desgaste prosigue, actúan como si fueran intocables para justicia, lo hacen con planeación, premeditación y alevosía. No tienen remilgos, ni rubor, ni vergüenza. Actúan metódica y sistemáticamente, cualquiera de nosotros podría ser el siguiente…
Hay que romper ese ciclo infame de violencia, miedo y silencio, impunidad y privilegios. Hay que proveer justicia. Una justicia para la cual todos seamos igual de importantes, igual de respetables, necesarios y dignos. No podrá haber paz mientras esa justicia no se construya.
Pero ellos también marchan, reniegan del talante demócrata del presidente pero salen a las calles sin temores, no son agredidos, enucleados, golpeados o detenidos por la Policía, no son perfilados, ni fotografiados por los servicios secretos…
Salieron muy temprano con sus camisetas, sus gorras y sombreros blancos, sus botellones de agua, sus sombrillas, sus imprecaciones, su desinformación, sus mentiras, sus calumnias y su odio. Dejaron muy bien guardados los argumentos…
Venían en centenares de buses…
El pasado 21 de abril pudimos ver una manifestación muy bien organizada, centenares de buses parqueados en las vías habían traído gente reclutada y pagada desde otras partes a las ciudades, también estaban los camioneros, preocupados por la reactivación del tren y la indispensable subida del precio del Diesel.
A muchos los obligaron a marchar so pena de perder sus empleos y ser señalados como “petristas”. A muchos los dejaron plantados y les hicieron el feo con la plata que les prometieron.
En fin, lo de siempre…Sus slogans no eran propositivos ni asertivos, pasaron del “fuera Petro” al “muerte a Petro”: Llamados criminales al asesinato y el derrocamiento.
El talante de la “oposición” es el de una gavilla de asesinos. La agresión a la prensa independiente fue la regla, declaraciones irracionales, violentas, de muchos individuos fueron la constante. “Petro, en serio, te vas para el cementerio” coreaban felices con un ataúd…
Con todo y eso la prensa del establecimiento no alude a esas expresiones, no entra a evaluar el peligro de ese tipo de mensajes, esa instigación permanente a la violencia contra un gobierno garantista que ha priorizado el diálogo. Siguen provocando y atizando al buey manso.
Tampoco alude al flujo de capital para financiar esa logística, al reclutamiento obligatorio de empleados al precio de su estabilidad laboral, a la vaguedad de las críticas y su insensatez genérica, su sistemática apelación al incendio, el vituperio y la amenaza. Dolor de patria.
Pero no estamos solos, somos muchos, más que ese cuarto de millón de provocadores pirómanos. Curtidos en la lucha, venimos del señalamiento y la amenaza, de la represión y del ultraje, del asesinato y la barbarie: Nos quieren regresar al pasado, a su terreno oscuro de violencia.
Sabemos caminar, somos muchedumbre; no necesitamos coimas, somos conciencia; ni gorritas ni camisetas, ni refrigerios ni buses, somos país vivo que marcha por el cambio… El primero de mayo y hasta cuando se requiera llenaremos las calles, atronaremos el aire con consignas,
¡Volveremos a las calles, nunca nos hemos ido, llenaremos el aire de cantos y consignas, el viento será el vehículo de nuestra indignación, no permitiremos que las ratas de siempre roan nuestro sueño con su pesadilla de madriguera, las reformas pasarán impulsadas por el pueblo!
Se lo debemos al país, se lo debemos al futuro, a las huellas ensangrentadas de los centenares de miles de asesinados, al dolor de las víctimas, la incertidumbre y desarraigo de los desplazados, el llanto de los huérfanos, su sed insaciable de justicia, al dolor y a la vida…
Silenciaremos el festejo beodo de los viles, la alegría obscena y provocadora del sicario, desarmaremos sus manos asesinas, denunciaremos sus excesos, sus mentiras, sus confabulaciones y sus trucos. Colombia merece otro futuro que no sea la guerra, la corrupción y el crimen.
Yo no marcho con corruptos, no marcho con perfiladores y oscuros ordenadores de asesinatos de líderes sociales, abogados, periodistas, médicos, estudiantes, obreros y campesinos que soñaron un futuro para este país.
Yo no marcho con cómplices de corruptos y asaltantes del erario.
Yo no marcho con los indolentes ni los indiferentes que permitieron que las castas viles llevaran este país al borde de la inviabilidad, lo convirtieran en lodazal de sangre, reducto de corruptos, reino de la impunidad.
Yo no marcho con los camaleones abyectos que engañan y timan.
Yo no marcho con los tibios repugnantes que modulan sus posiciones según las conveniencias de sus financiadores desconociendo el mandato y clamor popular por el cambio.
Yo no marcho por la prensa falaz que señala y denigra, que difunde mentiras y calumnias y oculta infamias.
Yo no marcho al compás de los políticos que compran conciencias y votos, que hacen de su ejercicio un emprendimiento oscuro de coimas y beneficios espurios, contratos sastre, sobrecostos, negociados multimillonarios.
Yo no marcho con familiares y beneficiarios de narcotraficantes.
Yo marcharé en la alegre conjunción de los soñadores, en la pintoresca amalgama de los vulnerables y las víctimas, en la multicolor caminata con cánticos y consignas de quienes soñamos, luchamos y morimos por el cambio, por quienes pagamos con nuestra sangre el costo del futuro…
Yo marcharé el primero de mayo, cantaré mis consignas, levantaré mis brazos, caminaré mirando resuelta y audazmente el destino, enfrentaré la mirada aviesa de los viles, su sarcasmo amargo y venenoso, su vociferante odio, su intolerancia y sus amenazas.
¡Yo marcharé por el Cambio!
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