Así lo revela  un estudio realizado  por la Universidad Nacional de Asunción (UNA), revelando los  números de suicidios registrados en Paraguay entre 2004 y 2022. Según el estudio, durante este período, 5.600 personas optaron por quitarse la vida en el país, de las cuales 589 pertenecían al departamento de Alto Paraná. Estas cifras ubican al décimo departamento en los primeros lugares en cuanto a casos de suicidio, que resulta alarmante.

El dato fue revelado durante una charla en el salón auditorio de la Junta Municipal de Hernandarias. Tres psicólogas presentaron y discutieron señales de alarma que deben detectarse en la población adolescente, en colaboración con los docentes de las instituciones educativas. La concejal Nilda Venialgo impulsó el proyecto, respaldado tanto por la intendencia municipal como por la Escuela de Posgrado de la Universidad Nacional del Este (UNE).

La presentación estuvo a cargo de las psicólogas Rocío Stietz, María Paz y Rosa Florentín de la Escuela de Posgrado de la UNE. Las profesionales informaron además sobre la disponibilidad de un consultor clínico especializado en psicología en la sede de la UNE, que brinda servicios gratuitos para que los estudiantes puedan buscar ayuda cuando la necesiten. Asimismo, resaltaron la escasez de profesionales en el campo de la salud mental pública para la población de Alto Paraná.

La concejal Venialgo mencionó que la adolescencia es una etapa vulnerable, según el estudio de la UNA, y por ello están implementando estrategias para trabajar con los estudiantes por fases.

“Queremos trabajar en tres etapas. Empezamos esta semana con los profesores, quienes deben reconocer las señales en los alumnos con tendencias suicidas. Luego planeamos organizar charlas en las escuelas para que los compañeros sepan cómo ayudarse si notan estos signos. Finalmente, queremos trabajar con los padres para que estén al tanto de las estrategias y recursos de prevención”, afirmó la edil.

SEÑALES DE ALERTA

Durante la charla, los profesionales de salud mental hicieron referencia a una serie de signos de comportamiento suicida presentes en el entorno. Incluso los cambios repentinos de ánimo se consideran indicios de tendencias suicidas, y es crucial establecer una relación de confianza con las personas para que compartan sus preocupaciones. “Es un tema delicado que requiere ser abordado con seriedad”, coincidieron.

Rosa Florentín resaltó la importancia de potenciar las charlas para comprender cómo detectar los síntomas en las víctimas. Hizo hincapié en que antes de juzgar, es fundamental escuchar a la persona y luego informar a las autoridades correspondientes. “Hay que saber cómo actuar con las personas que tienen tendencias suicidas. Recuerden que están pasando por una crisis”, agregó.

Por su parte, la psicóloga María Paz destacó la importancia de tener en cuenta varios factores para identificar los síntomas. “Estos pueden surgir a partir de problemas familiares o pequeños cambios de comportamiento que los amigos deben notar y acercarse a ayudar. A menudo se manifiestan en secreto, y las personas ocultan su malestar, pero en un entorno de confianza pueden expresarse”.

VULNERABILIDAD

El estudio también reveló las edades más vulnerables. En el caso de los adultos jóvenes, la franja de edad crítica se encuentra entre los 15 y los 19 años. Por otro lado, en el caso de los adultos mayores, se enfoca en la franja de 32 a 36 años y los suicidios son más frecuentes en varones. Enfatizaron la importancia de difundir las señales de alerta y brindar información sobre cómo ofrecer ayuda en estos casos.

La salud mental es un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad. Es tan importante como la salud física, y cuidar de ella es fundamental para tener una vida plena y satisfactoria. Cuidarla tiene muchos beneficios, tanto para la persona individual como para la sociedad en general.