La importación de computadoras creció 62,3% en el año de pandemia

En el último año de pandemia, José Ronquillo adquirió una laptop para trabajar desde casa. Debido a que su esposa también hace teletrabajo y debe usar una computadora que tienen disponible se vio obligado a asignar un presupuesto para adquirir el equipo adicional.

Ronquillo cuenta que ante la necesidad inesperada compró la laptop en $800, cuando ese mismo equipo antes oscilaba entre $400 y $500.

“Tal vez ese alto precio fue por la mayor demanda”, sostiene este padre de familia, quien tiene otros dos hijos que estudian y que recibieron de una tía dos tablets nuevas para este periodo lectivo.

Las computadoras están entre los productos tecnológicos que más se han movido a lo largo de esta pandemia. Un estudio de la firma Advance Consultora sitúa a las computadoras en el segundo lugar de ventas en el 2020, detrás del comercio de televisores.

Luis Pastor, gerente de esa consultora, refiere que la necesidad de tener no solo una, sino varias computadoras en casa por teletrabajo o estudios empujó las ventas de esta categoría. “En un mismo hogar hay quien está trabajando, pero también quienes estudian”, indica.

En las tiendas minoristas afirman que en los últimos diez años se ha registrado un crecimiento en la línea informática, pero durante el 2020 hubo importantes picos de ventas de estos productos y este año, aunque ya algo más estable, continúa la demanda.

Una empresa de retail que tiene operaciones en el mercado bursátil reportó que dentro de su estructura de ingresos operacionales, las líneas de negocio más representativas en gran parte del 2020 fueron computación, línea blanca, video y movilidad.

Dentro de este negocio de productos tecnológicos hay un grupo de empresas que controlan la mayor cuota de participación del mercado: Cartimex, Intcomex del Ecuador, Electrónica Siglo 21 y Tecnomega.

Una gran parte de las computadoras que se venden en el mercado de Ecuador pertenecen a marcas multinacionales y vienen principalmente de China y Estados Unidos. Otra cuota menor viene de marcas ensambladas localmente que luchan para obtener una tajada de las ventas.

Las importaciones reflejan la dinámica que hubo en medio de la pandemia. Según cifras del Servicio Nacional de Aduanas (Senae), la importación de computadoras alcanzó en el 2020 los $ 240,44 millones, es decir, creció un 62,3% frente a los $ 148,10 millones del 2019.

Mientras, en los primeros cuatro meses del 2021, las importaciones alcanzaban $ 69,69 millones por 184.130 unidades.

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A más de las tiendas especializadas en tecnología, supermercados, operadoras celulares y almacenes de electrodomésticos canalizan parte de las ventas.

En los últimos años, las tiendas con líneas de tecnología han expandido su presencia en las principales ciudades. Así, por ejemplo, antes de la pandemia la empresa Supermercado de Computadoras Compubusiness aumentó su presencia con nuevos locales de Point en la Costa, donde la cadena Computrón tiene una fuerte cuota de participación.

El ensamblaje local aumentó ante demanda inesperada

Una parte de las computadoras y notebooks que se venden en Ecuador se ensamblan en plantas locales con componentes importados, pero bajo marcas propias.

Actualmente hay unas cuatro firmas en Guayaquil y Quito que tienen líneas de ensamblaje en esta categoría. Una de las principales es Xtratech Computers, que sintió un incremento de la demanda y aumentó su producción en este año de pandemia.

David Llorente, ejecutivo de Xtratech Computers, firma que ensambla desde 1997, señala que durante la pandemia cuadriplicaron la venta y producción de equipos notebooks y duplicaron las PC de escritorio.

La empresa, que tiene tres modelos de notebook y 10 modelos entre PC y ordenadores All in One, colocó unas 12.000 unidades el año pasado, es decir, 5.000 unidades más que el 2019. La oferta del portafolio de productos de esta empresa va desde $ 399 a $ 1.499, según el modelo y sitio de venta.

“En el 2021 la demanda sigue siendo alta, pero no con la misma intensidad del 2020, que tuvo un crecimiento producto de la pandemia″, dice Llorente, quien considera que la primera razón de compra fue por asuntos educativos y luego por teletrabajo.

Uno de los desafíos que enfrentan ahora los ensambladores locales es la escasez de materia prima. En medio de esa fuerte demanda, las grandes multinacionales tienen prioridad en el abastecimiento. Llorente sostiene que ellos están esperando pedidos.