Fernández anuncia que someterá a juicio político al presidente de la Corte Suprema de Justicia de Argentina Para Fernández quedaron expuestos diálogos entre funcionarios del Poder Judicial y políticos de la oposición con decisiones anticipadas sin castigo.
En un mensaje publicado en redes sociales este domingo (1ro) con motivo del Año Nuevo, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, anunció que pedirá juicio político, es decir, la destitución del titular de la Corte Suprema del país , Horacio Rosatti, a que “se investigue el desempeño de sus funciones”.
En el post, el peronista hace un llamado a los gobernadores para que apoyen el pedido, que incluiría también a los demás integrantes de la corte. “En los últimos meses hemos visto un avance inadmisible del Poder Judicial sobre los demás Poderes en la Argentina. Varias publicaciones, nunca contradichas, dejan en claro lo que vengo advirtiendo desde hace tiempo: el escandaloso vínculo entre la parte de la política y la Justicia” , le escribió.
Para Fernández, los diálogos entre funcionarios del Poder Judicial y políticos de la oposición, en los que “se anticipan decisiones y se recomiendan fundamentos políticos para decidir casos de trascendencia institucional”, fueron expuestos sin castigo “ante el asombro general”.
El anuncio de este domingo viene de la mano de otra acción del presidente, quien un día antes de la decisión sobre el caso de corrupción que condenó a su diputada, Cristina Kirchner, ordenó abrir una investigación sobre un presunto viaje que habría realizado en secreto un grupo de empresarios de los medios, fiscales y jueces. Entre los perseguidos estaba Julián Ercolini, quien dirigió el juicio de Cristina.
El pedido de investigación se hizo tras la revelación de mensajes en los que presuntamente integrantes del grupo combinaron estrategias para ocultar el viaje. El viaje se habría realizado el 13 de octubre a Lago Escondido. El grupo, que también incluiría a funcionarios de la Ciudad de Buenos Aires, voló en un avión privado y supuestamente se hospedó en la casa de campo del millonario británico Joe Lewis.
La presidenta de la Corte Suprema, Rosatti, quien fue ministra de Justicia durante el gobierno de Néstor Kirchner, fue nombrada en el tribunal en 2015 por el antecesor y rival de Fernández, Mauricio Macri, y es considerada, junto al vicepresidente del tribunal, Carlos Rosenkrantz , posicionado políticamente contra el kirchnerismo.
En diciembre de 2022, días antes de ser condenada a seis años de prisión en primera instancia, con inhabilitación perpetua para el ejercicio de cargos públicos, Cristina, en teoría aliada de Fernández, con quien vive una relación conflictiva, contó a Folha de S.Paulo siendo víctima de un “pelotón de fusilamiento” y que las acusaciones son una “falsedad”. Al igual que Lula, dice que sería víctima de “lawfare”: fue acusada de encabezar una asociación ilícita que destinó fondos para 51 obras en la provincia de Santa Cruz.
Una de las promesas de campaña de Fernández fue una polémica propuesta para reformar el poder judicial. El proyecto, que fue aprobado en el Senado pero estancado en la Cámara, crearía nuevos tribunales regionales y aumentaría el número de jueces en el país y miembros de la Corte Suprema. En lugar de 270 nuevos cargos, el proyecto aprobado propone la creación de 908 nuevos cargos en el Poder Judicial en todo el país.
El gobierno justifica la propuesta con el argumento de que la Justicia tiene que ser más rápida y eficiente, y la tramitación de los casos, más organizada en instancias regionales. La oposición, en cambio, ve en el proceso un avance del Ejecutivo sobre el Judicial, en una forma de liberar a Cristina de los procesos a los que responde.
Este domingo, en su mensaje de Año Nuevo, Fernández destacó que debe “evitar que el Consejo de la Judicatura siga siendo manipulado con interpretaciones insólitas que permitan que el Poder Judicial se inmiscuya en las decisiones del Congreso”. “Es mi deber actuar cuando el sistema federal entra en crisis”.