Puede que pienses que al regalarle una cama nueva a tu perro estará encantado y te lo agradecerá mucho. ¡Pero esto no siempre es así!

Si tu perro está acostumbrado a dormir en tu cama, o simplemente no le gusta su cama, seguramente te costará mucho que duerma en ella, y por mucho que lo intentes, se levantará, y acabará durmiendo contigo.

Por eso, en el artículo de hoy te contamos cómo acostumbrar a un perro a dormir en su nueva cama. ¡Sigue leyendo!

¿Por qué mi perro no quiere dormir en su cama?

La resistencia de un perro a dormir en su cama nueva puede deberse a muchas razones, por lo que es importante detectar cuál es la causa de que tu perro no quiera dormir en su cama para poder ponerle remedio.

Algunas de las causas más comunes son:

Falta de acostumbramiento

Si tu perro está muy acostumbrado a dormir contigo en tu cama, es difícil quitarle el hábito para que duerma en su cama nueva. Esto se debe a dos razones:

1. Los perros son animales de costumbres, y los cambios de rutinas les cuestan al principio, por lo que es esencial enseñarle a utilizar su nueva cama.
2. A nuestros amigos peludos les encanta dormir con nosotros, ya que son animales sociales por naturaleza. Por otro lado, su instinto protector hace que no quieran separarse de nosotros. También les gusta buscar nuestro calor, sentirse protegidos y demostrarnos su cariño.

Por tanto, si tu perro no está acostumbrado a dormir en su cama, y de repente le introduces una cama nueva, probablemente la rechace.

Cama inadecuada

Si su cama nueva no le gusta porque es incómoda o por cualquier otro motivo, lo más seguro es que no quiera dormir en ella. Algunos perros tienen unas preferencias específicas en cuanto a su cama, como el tipo de cama, la textura o el tamaño, y si la cama nueva no cumple estas expectativas, no querrá descansar ahí. De igual forma, si por ejemplo en invierno su cama está fría, podría rechazarla y buscar un lugar más caliente.