Esta es una de las opciones del tipo de dispositivo que existen en el mercado de la seguridad, cuya función es obligar a un preso en condición domiciliaria, a no violar la disposición de no salir del límite de la vivienda en la que cumple la medida alternativa de reclusión.

“Son tobilleras con sirenas que obligan al recluido en su domicilio a cumplir la decisión judicial. Es un programa que ya se aplica en otros países como Colombia, y también en Buenos Aires (Argentina), y que no permite violar la disposición”, dijo a la 730 AM el ministro del Interior Enrique Riera.

Subrayó que ese mecanismo de control de las reclusiones domiciliarias, es el que se ajusta a las necesidades que surgen de la realidad actual, signada por casos de personas que violan las disposiciones judiciales y que terminan perpetrando feminicidios.

“Son dispositivos que activan alarmas si intentás cortarlo, o pasás el límite determinado, porque automáticamente genera una respuesta por parte de una sección del 911”, remarcó.

Riera sostuvo que se evalúa el alquiler de esos dispositivos, a manera inicial, y que al arranque sería alrededor de 200 tobilleras, que serán aplicados con criterios definidos por la autoridad judicial competente.

El ministro del Interior dijo por otro lado, que al plan de triplicar el número de agentes del grupo Lince, se suma la idea de dotar a estos de cámaras corporales, que garantizarán que los operativos rápidos tengan el aval de legalidad requerida.

“El proyecto es llegar inicialmente a los 1.800 efectivos Linces, que requerirán alcanzar 900 motocicletas para los mismos”, manifestó.

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