La noche del jueves (21), la Policía Federal de Brasil detuvo a Robson de Souza, conocido como Robinho, exfutbolista, por orden de la Justicia Federal de Santos, ciudad costera del estado de São Paulo, donde reside el exjugador.

Previamente, la presidenta del Superior Tribunal de Justicia (STJ), Maria Thereza de Assis Moura, autorizó al tribunal federal a proceder con el arresto del exfutbolista. Ante la inminencia del encarcelamiento, la defensa de Robinho presentó una solicitud de habeas corpus ante el Supremo Tribunal Federal (STF), la cual fue rechazada por decisión individual del juez Luiz Fux.

El miércoles (20), por una mayoría de 9 votos contra 2, el Tribunal Especial del STJ determinó que Robinho debe cumplir su condena de 9 años de prisión por violación en Brasil. Esta sentencia se originó en los tribunales italianos, donde el exfutbolista fue condenado por tres cargos de violación ocurridos en un club nocturno de Milán en 2013.