Esta mañana se oficializó la novena edición de la Feria Internacional del Libro de Guayaquil, en el Salón Vicente Rocafuerte del Centro de Convenciones.
El acto inaugural contó con la participación del Grupo de Cámara de la Orquesta Filarmónica Municipal de Guayaquil, quienes, bajo la dirección del maestro Manuel Campos, llenaron el salón de música inspirada en los aniversarios que la feria celebra este año, como la Vuelta al mundo en ochenta días, de Julio Verne, los 125 años del nacimiento de C. S. Lewis, los 85 años de la publicación del primer cómic de Superman.
“A muchos aún les causa asombro que una feria cultural cause tanto asombro, en especial en los jóvenes (…). Esperamos 35.000 visitantes”, expresó Ricardo Baquerizo, presidente de Expoplaza y uno de los principales mentalizadores de este encuentro. Baquerizo aprovechó para agradecer al Comité de Contenido Literario al que describió como un equipo incansable.
En tanto, Cecilia Ansaldo, presidenta del Comité de Contenido, dijo que se trataba de una reunión que respondía a un acto de fe. “El mundo siempre necesitará libros, en el formato que sea… los libros son un medio de traspasar información, una manera de ser…”, expresó y agregó que el solitario acto de la lectura lleva a cada uno a reencontrarse consigo mismo.
Claudia Piñeiro también se dio cita en este acto. La autora argentina que regresa a la feria luego de ocho años ofreció un discurso dedicado a la importancia de promover a la lectura como un derecho.
Más de 30 novelas postularon en total, pero hubo una preselección de ocho novelas cortas. De manera unánime decretaron ganadora a Los enterramientos, firmado con el seudónimo Emma Rahn, que pertenece a la autora quiteña Sandra Araya.
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Los jurados la eligieron como la ganadora por ser una exploración desde el desgarramiento del lenguaje sobre el sentido de la vida que acompaña al ritual de la muerte entendida como una experiencia comunitaria.
La describieron como una “conmovedora historia familiar en donde conviven las múltiples vicisitudes del espíritu humano en algunos casos bajo la pervivencia de los rencores en otros iluminados por el amor”.
También lo calificaron como un trabajo de un lenguaje de singular calidad literaria, de resonancias poéticas y filosóficas.
“En estos nueve años de la FIL es la primera vez que el premio se lo lleva una mujer”, expresó Cecilia Jurado.
Más de 100 actividades, entre talleres, coloquios, lanzamientos, concursos y conferencias, son parte de esta fiesta literaria que se extiende hasta el domingo 24 de septiembre. (I)
