Ayer se realizó en todo el país del sur, una gran movilización en defensa de la Educación pública, gratuita, federal, laica y de calidad, en la que participaron estudiantes, docentes, trabajadores y familias en general. Con un clima festivo, se puso de relieve el valor que la sociedad le asigna a la educación, como herramienta de cara a la construcción de futuro.
En Argentina, desde hace 50 años, la educación pública es símbolo de uno de nuestros mayores orgullos como Nación. Y el pueblo Argentino, salió masivamente a manifestarse por ella, en cada rincón del país. Sucede que, contamos con universidades públicas, en todas las provincias del país, de norte a sur, y del este al oeste. Y ayer, se logró romper todas las predicciones: se congregaron un millón de personas a nivel Nacional.
La movilización puede decirse, fue masiva, transversal, multitudinaria, y un puntapié para la reconstrucción de las “fuerzas del pueblo”, de las “fuerzas del suelo”, esta idea, en contraposición a la frase del presidente Milei que en sus discurso menciona que a el lo apoyarán “las fuerzas del cielo”.
Sin dudas, lo que vivimos este martes quedará en las retinas, como otra de esas grandes movilizaciones nacionales, que son propias de este suelo, solo que, no había hasta el momento excusas tan válidas y congregantes. A la vez, esta marcha, parece indicar un nuevo futuro a la vuelta de la esquina, con la juventud como punta de lanza, poniendo frenos a la política que busca desfinanciar, achicar y venderle al extranjero, una suerte de apoyo popular que ayer, en plena calle y a luz del día, quedo demostrado que no es tal y que simplemente no alcanzará para avasallar con los derechos adquiridos por generaciones y generaciones de argentinos
