Perú identificó al menos seis puntos críticos en la frontera con Bolivia por donde el crimen organizado realiza varios tipos de operaciones delictivas. Desaguadero sigue siendo la zona más golpeada por diversos delitos, como el contrabando, tráfico de drogas y trata y tráfico de personas. Pero también aumentó la presencia criminal en la región amazónica que comparten ambos países, donde hay poblaciones peruanas que son afectadas por estos delitos: Iñapari, San Lorenzo y Pampa Grande comparten la Amazonía con Bolivia, pero también varios delitos. En el altiplano, sobre todo en poblados a orillas del lago Titicaca, también continúa la presencia de clanes familiares.

La Policía peruana elaboró un informe para la Comisión Binacional Fronteriza (Combifron) Perú. En el documento se muestra la presencia de mafias delictivas en estas seis zonas, incluso mencionan a la organización criminal brasileña Comando Vermelho en las ciudades peruanas del norte del vecino país. Iñapari y San Lorenzo son las más afectadas, ya que están cerca de la triple frontera que comparten Perú, Bolivia y Brasil.

En Iñapari se detectó la ejecución de delitos como trata y tráfico de personas desde Bolivia y Brasil. Ahí se identificó el tráfico de migrantes que pasan a Perú y que su destino final es Chile o Ecuador. El último caso, muestra el informe, se dio en esta ciudad con el hallazgo de 32 migrantes afganos, que llegaron de Brasil y tenían la meta de ser llevados ilegalmente hasta Ecuador.

“Con engaños, las víctimas habían sido retenidas y hacinadas en el interior de un domicilio de la localidad de Iñapari- ciudad cercana a la triple frontera entre Bolivia, Brasil y Perú-, sin alimentos. Luego, iban a ser trasladados a Puerto Maldonado para, posteriormente, ser embarcados a Lima y terminar en Tumbes (frontera con Perú)”, dice parte del informe al que tuvo acceso EL DEBER.

Iñapari es un poblado muy pequeño, al borde del río Acre, habitado por poco más de 1.500 personas. Es parte de la provincia peruana de Tahuamanu, Madre de Dios. Esta localidad es paso obligado para el delito. Por ahí pasa el tráfico de migrantes, pero también el contrabando de productos, droga e incluso maderas preciosas de manera ilegal. De Bolivia sale por ahí el oro explotado ilícitamente, maderas y combustibles.

“En este sector (Iñapari y la frontera con Bolivia), al margen de que ingresan productos agrícolas de parte del Perú, llama la atención la salida de productos y recursos que tiene nuestro país como la madera, productos amazónicos, el combustible subvencionado, la minería ilegal como el tráfico de oro y otras actividades ilícitas que están conexas con el contrabando como el narcotráfico”, detalló el viceministro de Lucha Contra el Contrabando, Daniel Vargas.

Triple frontera

Al frente de Iñapari está Bolpebra, un municipio boliviano en el departamento de Pando. A esta zona se la identificó como una ruta del narcotráfico. La droga peruana pasa por Iñapari y llega Bolpebra, para luego ser transporta hasta la ciudad de Cobija u otras del norte amazónico. Después se traslada a Brasil.

La Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) informó que un vuelo irregular por día es registrado en el municipio de Bolpebra. Es por eso que efectivos antidrogas intensifican sus operaciones para detectar y destruir las pistas clandestinas de aterrizaje de aeronaves pequeñas que trasladan importantes cantidades de cocaína.

De acuerdo con la FELCN, el país es vulnerable al narcotráfico en la región amazónica, por donde ingresa la cocaína producida por narcotraficantes en el Perú, sobre todo por Bolpebra, municipio en el que se detectó la existencia de pistas clandestinas de aterrizaje que son construidas sobre todo por narcos peruanos.

Otro punto crítico es San Lorenzo, también en la frontera con Bolivia y cerca de la localidad de Extrema. Por ahí, también se desarrolla el paso ilegal de droga peruana hacia suelo nacional. Además, llegan productos agrícolas, y van hacia Perú gasolina y diésel, oro y madera preciosa.

En este punto se instalará un paso fronterizo ante las crecientes denuncias de actividades ilegales en la zona. En 2020 se firmó un acuerdo bilateral y recién en octubre de esta gestión se lo ratificó en Lima. Por este punto el flujo migratorio está en ascenso y con ello los delitos, según detalla el informe peruano.

Otra localidad es Pampa Grande, que está en el departamento peruano de Puno y cerca de San Fermín, una comunidad boliviana en el municipio paceño de Apolo. Por ahí domina el tráfico de drogas y de oro ilegal. Según el informe, las mafias peruanas se asentaron en este lado de la frontera e incluso existen plantaciones ilegales de coca.

En San Fermín habitan un poco más de 500 habitantes, según el censo de 2012. Según el informe peruano, en el río Cocos Lanza se asentaron familias peruanas con el fin de cultivar hoja de coca. Este río separa Pampa Grande con San Fermín y por ese afluente ingresa la coca de contrabando a Bolivia. Luego, esa coca es utilizada para hacer cocaína.

En San Fermín, desde hace una década, exigieron la construcción de un retén militar. Ahora se instaló el puesto de control, pero igual continúan los delitos.

En el altiplano

Ya en el altiplano están las otras zonas críticas, como Cojata y Tilali, donde también existe presencia de mafias dedicadas al tráfico de droga y contrabando de mercadería. Desaguadero sigue siendo el punto más crítico.

Tilali está a orillas del lago Titicaca y cerca del municipio paceño de Puerto Acosta. En ambos lados hay puestos de control migratorio y militar muy rústicos. En Tilali están las ferias donde se comercializan productos bolivianos que entran de contrabando, como garrafas de gas y bidones de gasolina y diésel.

Al frente, en Puerto Acosta, pasan los delitos silenciosamente. En este punto el escaso control es un atractivo para las mafias transnacionales. Por esas rutas el contrabando domina la región. El narcotráfico tiene también su espacio tras arribar desde la selva peruana a puertos artesanales del lago Titicaca. La trata y tráfico de personas es recurrente, ya que el único puesto migratorio permanece cerrado durante varios días. En el informe peruano se evidenció el aumento del tráfico de migrantes por este punto.

Varias familias venezolanas llegan a Tilali y luego pasan por Puerto Acosta para llegar a El Alto. El destino final es Chile.