El encuentro clásico entre Peñarol y Nacional disputado el viernes 29 de marzo sigue generando polémica. Los incidentes posteriores fueron protagonizados por un sector de la parcialidad aurinegra que obligó a la Policía a actuar utilizando gases y munición “menos que letal”.

“Deberemos acostumbrarnos a ver tribunas con las dos hinchadas y la Policía en los estadios”

En busca de información profesional, La Mañana se entrevistó con el comisario mayor (retirado) Jorge Gómez Arbiza, asesor de Cabildo Abierto en materia de seguridad, quien se refirió al operativo con los resultados que generaron la polémica y en especial la crítica al accionar policial.

¿Estamos pasando por un proceso de desmoralización de la Policía?

Todos hemos escuchado que en materia de seguridad la ciudadanía ha marcado su importancia. Todo lo que genera en estos tiempos es aprovechado para infundir alguna observación al respecto. Una operación policial es el conjunto de acciones profesionales buscando un mínimo de riesgo, por ejemplo, desde parar a una persona o un partido de fútbol. Cada situación debe ser evaluada, tanto en el contexto como si fue adecuadamente planificada, cada aspecto está regido por situaciones que no siempre están al tanto desde la jefatura de operación, ya que mucho viene del estado mayor. Hay situaciones que vienen de ambientes privados, lo que desconocemos son hechos previos. Para partidos como el clásico pasado no hacemos preguntas como ¿por qué el club Nacional no entró antes de la hinchada de Peñarol para evitar riesgos? Las rutas de acceso podrían haber sido revisadas, pero todo esto viene del comando y no se puede cambiar, esto en forma general. Cuando se originaron inconvenientes se tuvo que haber reiterado, que las puertas se abrieran cuando se ordena ya que si no se genera la impaciencia, como lo anteriormente sucedido.

De acuerdo con la información que surge, la demora fue porque los jugadores de Nacional debían cumplir con el examen antidopaje. ¿Se podía haber previsto?

Esto pudo haber sido algo nuevo, los jugadores que no lo hacían se podrían haber ido antes. El jefe del operativo debería ajustar este detalle con la dirigencia, pero no se hace. Cada jefe debe informar los aspectos positivos y negativos de los operativos, pero no creo que se haga para futuros eventos. En general, el concepto es evitar omisiones, todos nos regimos por la eventual actuación fiscal para determinar los excesos en caso de que hayan existido, porque vemos filmaciones, pero son de celulares. La acción de la Policía se debe verificar.

Partimos de la base que la Policía se debe basar en la prevención, lo cual parece no haber funcionado como tampoco la disuasión, dejando la represión como última opción.

Lo que pasa es que se toca otro aspecto en que hacemos hincapié: debe volver la Guardia Republicana, que está para proteger la terna. En las tribunas está la seguridad privada haciendo que la Policía entre solo si es necesario. La Policía debe estar en el estadio, se debe identificar si alguna persona tira algo para sacarla, el problema es que hay que estar consciente de este riesgo. La Policía hace más de diez años que no ingresa en estadios, hay una generación que no vio esto, no observó cuando sacaba a revoltosos. Hay una población que carece de conocimiento sobre esto, debemos ser más drásticos acostumbrando a la población. Me parece que todos debemos acostumbrarnos tanto a ver hinchas en una misma tribuna como la Policía en el estadio. Es un proceso que necesita una pauta definitiva, se debe volver a cumplir.

¿Qué está pasando? ¿Cuál puede ser la actitud de la Policía frente a esto?

Hay aspectos que tienen componentes sociológicos, políticos como también de la operativa de la Policía. Hay cuestiones que deben tratarse de diferente forma, hay una falta de dominio territorial por parte de la Policía, en específico en la zona metropolitana. En tiempos del Frente Amplio, la estrategia fue actuar, pero prescindiendo de personal en las seccionales. Decimos que las debilitan hasta desde lo legal. Pensamos que hay una falta de dominio territorial, todos recordamos que debemos tener un conocimiento 24/7 de lo que ocurre, pero además se deben nutrir de información para diagramar acciones. No alcanza con la Guardia Republicana, es necesario estar enterado de la zona porque en general todos vemos que se filma el punto álgido, pero si no hay un control se genera un cambio de idiosincrasia en los barrios porque no se actúa.