El político ecuatoriano fue detenido por las fuerzas de seguridad de Ecuador mientras estaba refugiado en la embajada de México.

Ecuador y México rompieron una relación diplomática de 186 años tras la irrupción de las fuerzas de seguridad ecuatorianas en la embajada mexicana para detener al ex vicepresidente Jorge Glas. El político se encontraba como refugiado en el edificio, a la espera de poder viajar a México como asilado político.

En DEF te contamos porqué fue condenado Glas y cómo el proceso de su detención es una vulneración al derecho internacional.

Glas, condenado por corrupción

El Ecuador del presidente Daniel Noboa atraviesa un cambio de época en medio de las turbulencias causadas por el narcotráfico. Dejado atrás el Estado de Excepción que permitió restablecer la seguridad nacional tras la fuga del líder narco “Fito”, el país comenzó a estabilizarse y a poner en agenda judicial la lucha contra el crimen organizado.

La causa Metástasis y el debilitamiento de las instituciones de jurisdicción nacional habían demostrado que la política fue un gran facilitador para el florecimiento del negocio de la droga en las principales ciudades.

Jorge Glas es uno de los apuntados por la justicia. El ex vicepresidente durante los mandatos de Rafael Correa y Lenin Moreno y también Ministro Coordinador de los Sectores Estratégicos fue investigado por asociación ilícita en el marco del caso Odebrecht.

La mega red de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht golpeó a varios gobiernos de América Latina y el ecuatoriano no fue la excepción. Glas fue condenado en diciembre de 2017 a ocho años de prisión por recibir 14 millones de dólares de la empresa entre 2012 y 2016, pero salió en 2022 con libertad condicional después de haber cumplido la mitad de su condena en prisión.

Su libertad no significó el fin de los problemas de la figura del correísmo con la justicia. Jorge Glas comenzó a ser investigado en 2023 por otra causa de corrupción en el manejo de fondos tras el terremoto que tuvo lugar en la provincia de Manabí siete años atrás.

El poder judicial también avanzó con el Caso Metástasis, un entramado de corrupción y connivencia con el narcotráfico, que involucró a un gran número de funcionarios públicos y salpicó a Glas. El avance de las nuevas investigaciones llevó a que en diciembre de 2023 se refugiara en la embajada de México, a la espera de que se le otorgara el asilo político.

¿Por qué la detención en la embajada de México vulnera el derecho internacional?

Mientras el ex vicepresidente Jorge Glas esperaba huir de la “persecución política” que según él había impulsado su primera condena en 2017, las fuerzas de seguridad ecuatorianas planearon el ingreso a la embajada de México para apresarlo.

El 6 de abril, efectivos de la Policía de Ecuador ingresaron al edificio diplomático y detuvieron a Glas, horas más tarde de que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador le concediera el asilo. El operativo también incluyó la reducción del jefe de Cancillería Roberto Canseco y otros empleados de la embajada.

La acción del gobierno encabezado por Daniel Noboa no tuvo la autorización de México y la irrupción es considerada una violación del Convenio de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, ratificada en 1964 por la gran mayoría de los países del mundo.

El artículo 22 del documento expresa que “los locales de la misión son inviolables. Los agentes del Estado receptor no podrán penetrar en ellos sin consentimiento del jefe de la misión”.

Además, vulneró la potestad del presidente mexicano de otorgar asilo político, marco legal establecido en la Convención de Asilo Diplomático. Estos atropellos al derecho internacional llevó a que México rompiera relaciones diplomáticas con Ecuador tras 186 años y retirara a su embajador.

El presidente Noboa defendió su decisión de capturar a Glas y aseguró que no podía permitir “que se asile a delincuentes sentenciados, involucrados en crímenes muy graves” y que luego se fuguen “como nos ha pasado antes”.

El ex vicepresidente Jorge Glas fue finalmente trasladado al Centro de Privación de Libertad de La Roca, el complejo penitenciario de máxima seguridad del que el líder de los Choneros “Fito” se escapó en enero de este año.

Repercusiones en América Latina

La captura ilegal de Glas llevó a un terremoto diplomático más allá de la respuesta mexicana.

Internamente, el ex presidente de Ecuador Rafael Correa criticó duramente el accionar del actual mandatario Noboa: “Es la primera vez en la historia que sin consentimiento del gobierno se entra a una sede diplomática, que es suelo extranjero. Es un caso bélico, es motivo de guerra“.

La gran mayoría de países de América Latina se hicieron eco y repudiaron el hecho a través de comunicados de sus cancillerías o de sus líderes:

• Argentina
• Bolivia
• Brasil
• Chile
• Colombia
• Costa Rica
• Cuba
• Guatemala
• Honduras
• Nicaragua
• Panamá
• Paraguay
• Perú
• República Dominicana
• Uruguay
• Venezuela

Por iniciativa de la delegación colombiana, el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), que agrupa a los 35 países del continente americano, aprobó por mayoría condenar la irrupción de la embajada. El único Estado que no votó a favor fue Ecuador, El Salvador se abstuvo y México no se presentó a la votación.

Estados Unidos también cuestionó el accionar de Ecuador a través del consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan: “Condenamos esta violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, incluido el uso de la fuerza contra funcionarios de la embajada”.

La crisis diplomática difícilmente se quede en el episodio de la embajada y seguramente tenga varios capítulos más en la relación entre Ecuador y México, sobre todo entre Daniel Noboa y Andrés Manuel López Obrador.