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Infierno demográfico

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No, no es un error de digitación. Intencionalmente, cambié invierno por infierno: es lo que se viene si se cumplen las predicciones del economista Jesús Fernández-Villaverde y otros demógrafos.

Entre 2021 y 2024 este experto publicó cuatro artículos sobre el tema en El Confidencial. En el primero de la serie, anunció el colapso de la fertilidad en casi todo el planeta a partir de 2030 y una caída en la población mundial a partir de 2050 o 2060. En el último, opina que tal vez se quedó corto en sus predicciones anteriores: por primera vez en la historia, en 2023, la humanidad no alcanzó su tasa de reemplazo.

En general, se considera que en países como el nuestro la tasa global de fecundidad (TGF) necesaria para reponer la población es de aproximadamente 2,1 hijos por mujer. ¿Qué nos depara el futuro, sobre todo en Uruguay? Fernández-Villaverde calcula la población futura multiplicando el número de nacimientos en un año, por la esperanza de vida media, suponiendo que los nacimientos se mantienen constantes.

De acuerdo con el Censo 2023, la población actual de Uruguay es de 3.444.263 habitantes; la esperanza de vida media es de 78,2 años y en 2022 nacieron a 32.301 niños. Si los nacimientos se mantuvieran constantes durante los próximos 78 años la población de Uruguay en el año 2100 sería de unos 2.525.938 habitantes. Casi un millón menos que ahora.

La natalidad en Uruguay viene cayendo en picada. El cuadro muestra que mientras en un período de 55 años los nacimientos bajaron un trece por ciento, en el siguiente período de siete años bajaron un 33 por ciento. Asimismo, mientras la TGF bajó un veintinueve por ciento entre 1960 y 2015, su reducción entre 2015 y 2022 fue de un 37 por ciento. A excepción de las dos últimas cifras de TGF (2,0 y 1,27), que fueron tomadas de la página web de la Facultad de Ciencias Sociales[1], los restantes datos provienen de la web del Instituto Nacional de Estadística.

“Si se considera la serie de nacimientos desde inicios del siglo XX –dicen los investigadores de la Facultad de Ciencias Sociales–, no hay antecedentes en el país de una caída de la fecundidad de tal magnitud (37 por ciento) concentrada en un período tan corto”.

Hace unos veinte años, al tratarse en el Senado un proyecto de ley de aborto, que finalmente no se aprobó, acudimos con el doctor Gustavo Ordoqui Castilla a la Comisión de Salud del Senado en representación de la entonces Comisión de Bioética del Círculo Católico de Obreros y Empleados del Uruguay. Allí, advertimos: “Vivimos en un país con demografía de nación desarrollada y con economía de nación subdesarrollada, ya que tenemos un índice de natalidad muy bajo y un altísimo número de pasivos, además de una emigración impresionante, pues se han ido del país entre cien mil y 150 mil uruguayos. Entonces, la pregunta que surge es la siguiente: si seguimos apoyando este tipo de leyes que entendemos que pueden llevar a incrementar el número de abortos –además de que toda ley de carácter anticonceptivo y de control poblacional lleva a disminuir la población– ¿quién va a pagar la seguridad social?”.[2]

Esta pregunta sigue sin responderse. La última reforma de la seguridad social solo puso algunos parches en la punta del iceberg. El problema de fondo –la baja natalidad y la destrucción de la familia– ni siquiera es considerado por el sistema político como un tema clave a resolver. Solo el senador Guido Manini Ríos, líder de Cabildo Abierto, ha hecho un diagnóstico serio de la situación, ha levantado su voz y ha presentado propuestas concretas para atacar este gravísimo problema que está poniendo en jaque nuestro futuro como nación. ¡Nada menos!

Mientras tanto, la campaña electoral muestra la patética pobreza de un sistema político carente de ideas e incapaz de esgrimir argumentos que no sean ad hominen: contra las personas. Se extraña aquel tiempo en que los debates eran doctrinales y con argumentos de peso: muy raramente se cuestionaba la catadura moral de los candidatos.

¿Y el Poder Ejecutivo? Ahí anda, inaugurando nuevos edificios para el Plan CAIF. Como si los niños nacieran de los repollos…

[1] https://cienciassociales.edu.uy/unidad-multidisciplinaria/documento-de-trabajo-sobre-el-descenso-de-la-fecundidad-en-uruguay
[2] Versión taquigráfica de la sesión del día 11 de noviembre de 2003, con Dr. Gustavo Ordoqui e Ing. Álvaro Fernández. https://parlamento.gub.uy/documentosyleyes/documentos/versiones-taquigraficas/senadores/45/2538/0/HTM

Alvaro Fernandez Texeira Nunes
Fuente de esta noticia: https://www.xn--lamaana-7za.uy/opinion/infierno-demografico/

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Redacción Central

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